Encanecimiento súbito
La explicación para este fenómeno se da en dos vertientes: primero, que no es un fenómeno tan súbito, sino que es un proceso que se da a lo largo de varios días o semanas.
Viernes 26 de Julio del 2013
Por: Ronny Ugarte Quirós.
Ligia Durán me escribe lo siguiente: "¿Qué tan cierto es que una persona que sufra mucho puede encanecerse de un día para otro?"
Es perfectamente posible, pero no para todos, y no necesariamente tiene que ser permanente.
Se sabe de dos casos concretos en la historia: el más conocido es el de la reina de Francia María Antonieta, de quien se reporta que el día de su ejecución en la guillotina lucía un cabello blanco y desordenado, muy distinto a la brillante y frondosa melena rubia que era tan admirado en ella (por cierto, a este síndrome se le llama "de María Antonieta". Algo similar le ocurrió a Tomás Moro, quien había perdido todo el color castaño de su cabello y apareció con el pelo casi totalmente blanco antes de ser ejecutado.
Se sabe también de algunos otros casos donde tensiones extremas han provocado en ciertas personas ese aparentemente súbito encanecimiento.
La explicación para este fenómeno se da en dos vertientes: primero, que no es un fenómeno tan súbito, sino que es un proceso que se da a lo largo de varios días o semanas. Segundo, que se trata de una predisposición genética que corresponde aproximadamente al 2 por mil de la población, afección denominada "alopecia areata".
Lo que sucede en estos casos es que los folículos pilosos encargados de dar color al cabello dejan de funcionar, y el pelo empieza a encanecer, pero el estrés o la angustia aceleran el proceso natural de caída del cabello y reemplazo por nuevo vello, de modo que los oscuros desaparecen en pocos días y dejan más visibles las canas.
Desde luego, en el caso de María Antonieta y de Tomás Moro, lo que ocurrió es que el público tenía semanas de no verlas, y causó impresión que aparecieran así, de pronto, con su pelo blanco, como envejecidos. Pero no es probable que encanecieran de un día para otro, en el sentido de que el mismo cabello oscuro de pronto se volviera blanco.
Hay un caso registrado, sin embargo, en el que el encanecimiento sí ocurrió casi a la vista de la gente, en cuestión de minutos. Fue el suplicio de Damiens, un convicto por intentar asesinar al rey de Francia, quien fue sometido a terribles torturas por casi una hora, y su cabello pasó en ese corto lapso de ser gris a totalmente blanco.