Lo primero será pedirle al pescadero que nos las eviscere, ya que las necesitamos limpias para poder asar las sardinas perfectamente.
2.- Precalentamos el horno a 180º y en una bandeja de horno ponemos una cama de sal gorda. No os preocupéis porque no vana salir saladas.
3.- Colocamos las sardinas encima y ponemos otro poco de sal gorda.