SE CASA MI NIÑO

 

Es mi único hijo. Le faltan unos meses para cumplir los 30 años, pero yo ya tengo más de 30 años de ser su madre. Desde que se comenzó a gestar en mi vientre lo amé, y tenía prisa por que transcurrieran esos 9 meses de espera.

 

Cuando nació, yo lo revisaba con minuciosidad, maravillada  al ver que yo había sido capaz de dar vida a ese hermoso ser de piel tersa y sonrosada, hermoso, sí, tan hermoso como lo es todo hijo para su madre.

 

Cuando él tenía 2 años, nos vimos en la necesidad de comenzar nuestra vida teniéndonos únicamente el uno al otro, desde entonces, nuestra pequeña familia la conformamos él y yo. Nos convertimos en un equipo de 2.

 

Él ha sido el amor de mi vida, mi mayor tesoro. Tal vez cometí un error al  centrar mi vida únicamente en él, pero no lo imagino de otra manera.

 

Desde que estaba chiquito, yo lo contemplaba y me devanaba los sesos pensando en que un día iba a llegar una lagartona, una bruja que se lo iba a llevar de mi lado, y rogaba porque el día en que tomara la decisión de abrir las alas y dejar el nido, fuera para tener una vida feliz, no importaba que aquella bruja fuera Quasimoda, lo único que importaba era que yo lo quería ver feliz, pleno, realizado.

 

Ya llegó la mujer de la que se ha enamorado y con la que quiere formar un hogar; pero no es una lagartona, ni una bruja ni Quasimoda. Es una chica linda, de gran valía, que se ha ganado a pulso el derecho de ocupar un lugar preponderante en su vida, y sé que entre ambos formarán una hermosa familia.

 

Yo he visto iniciarse el noviazgo, lo he visto crecer y reafirmarse, lo he visto encaminarse a lo que por consecuencia lógica culmina esa etapa en la que dos seres que han encontrado afinidad, amor, compañerismo, amistad, lealtad, apoyo mutuo y hasta complicidad, comienzan a hacer planes a futuro, y hasta los he oído hablar de los nombres que les gustaría ponerles a sus hijos.

 

Por todo ello, creí estar “preparada” para cuando llegara el momento en que decidieran hacer su vida juntos..... Pero... Nadie está preparado... Aunque ya veía venir el acontecimiento, y el día en que primero él me informó la fecha en que se van a casar y me dijo que ya habían apartado la misa en la iglesia, me dio mucho gusto y recibí la noticia aparentemente con “calma”, estuve platicando con él, lo abracé contenta y lloramos juntos (somos igual de chillones los dos); pero me invadieron tantos sentimientos encontrados y comenzó a bullir en mi mente un torrente tal de ideas, que me sentí mareada y hasta tuve que ir a recostarme un momento, mientras digería la noticia. Esas ideas me siguen bullendo y mareando.

 

Ya se presentaron en la Iglesia, para comenzar a correr las amonestaciones, y envié una carta a los padres de ella solicitándoles una cita en su casa para presentarnos a hacer la petición formal de mano.

 

Estoy muy sensible ante un acontecimiento tan importante y relevante en nuestras vidas.... Esto no va a ser un divorcio entre nosotros, y aunque nuestra familia y nuestro equipo crecen, nos vamos a separar y estoy consciente de que paso a ocupar otro plano en su vida.

 

Yo no veo en puerta ni pretendo la eterna rivalidad suegra-nuera que siempre es motivada por los celos mutuos, ya que ambas lo amamos; creo que lo mejor es estar unidas para lograr la felicidad de todos. Y aunque sea una frase tan trillada, sé que por fin voy a tener la hija que siempre he querido tener.... Y espero tener en ella, a una buena amiga y serlo yo también para ella.

 

Ellos estarán muy ocupados iniciando su vida de pareja, aprendiendo a convivir diariamente y conociéndose en la intimidad, “inventando su matrimonio”.

 

No creo correcto el decir que “voy a retomar mi vida” porque siempre ha estado allí,  continuaré con ella, esencialmente igual que hasta ahora, pero ya desde otra perspectiva, con otros planes, buscando otra manera de llenarla, de diversificar mis actividades. Estaré pendiente de ellos, pero sin intervenir... Allí estaré cuando su felicidad les deje un margen para mí, dejándolos que caminen juntos, que se resbalen y hasta que se lleven algún raspón de rodillas.

 

CARTA A LOS PADRES DE LA NOVIA PIDIENDO CITA PARA LA PETICIÓN DE MANO.

 

México, D.F., a 4 de Abril de 2006.

 

 

Apreciable familia X:

 

 

Tras haber ido observando el progreso y fortalecimiento del noviazgo entre Ramsés y Claudia, y sumamente complacida por su decisión de contraer matrimonio, por este conducto solicito a Ustedes sean tan amables de indicarnos el día y la hora en que consideren conveniente el poder recibirnos en su domicilio, a fin de llevar a cabo la petición formal de mano.

 

En espera de su amable respuesta.