EL DOLOR NO DEFORMA...TRANSFORMA
Valió la pena, sufrir dolores de parto, cuando al final se sostiene entre las manos una nueva vida que el existir de la Madre ha transformado... Y el dolor que se experimenta en las pequeñas caídas, cuando se dan los primeros pasos, se convierte en triunfo, al lograr afianzar el caminar, luego poder correr, y quizás hasta en sueños volar... Un fracaso, asumido con madurez, puede en un principio doler; pero al superarlo, el alma se logra fortalecer; y más valiente se hace el ser humano, ante cualquier reto que se le presente o ante los diferentes momentos que en su vida pueda tener... Los padres que tienen un hijo especial, desde un primer momento, es tan grande el dolor que pueden llegar a pensar, que se sienten frustrados y no lo podrán superar; pero con el tiempo y asumido desde la fe, ese ser que en un principio causó dolor, se llegará a convertir en el más grande amor, y les enseñará a descubrir lo que realmente en la vida tiene valor... El perder un ser querido, deja el corazón destruido... hasta que se logra ver la muerte desde los ojos de Dios, y se transforma en esperanza el dolor; esta tristeza que deja el vacío, nos enseña a valorar a quienes a nuestro lado han quedado, y que también son seres amados... Si llegas a sentir hambre, aprendes a valorar el pan que comes cada día... Si superas una enfermedad, vives más intensamente la vida; si pierdes un amor por un error; te esfuerzas por dar de ahora en adelante, de ti lo mejor... Así es el DOLOR, te hace fuerte, TRANSFORMA EL CORAZÓN... Es necesario asumirlo desde la fe, porque así, aunque sea demasiado fuerte ese dolor, NO TE DETIENE, te enseña a ver el mundo con otros ojos, y te ayuda a vivir mucho mejor... Si careces de algo, valoras más lo que tienes... Si sufres por alguien, llegas a amarlo más... Si escoges el camino difícil, te haces más fuerte... Si experimentas de cerca la muerte, aprendes a amar más la vida... Si caes, adquieres destreza en levantarte...
Autor: Anónimo
Ketty
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