Sábado de la XV Semana del Tiempo Ordinario
JULIO 16/2011 |
PRIMERA LECTURA
DEL Libro del Exodo 12,37-42.
Los israelitas partieron de Ramsés en dirección a Sucot. Eran unos seiscientos mil hombres de a pie, sin contar sus familias. Con ellos iba también una multitud heterogénea, y una gran cantidad de ganado mayor y menor.
Como la pasta que habían traído de Egipto no había fermentado, hicieron con ella galletas ácimas. Al ser expulsados de Egipto no pudieron demorarse ni preparar provisiones para el camino.
Los israelitas estuvieron en Egipto cuatrocientos treinta años. Y el día en que se cumplían esos cuatrocientos treinta años, todos los ejércitos de Israel salieron de Egipto.
El Señor veló durante aquella noche, para hacerlos salir de Egipto. Por eso, todos los israelitas deberán velar esa misma noche en honor del Señor, a lo largo de las generaciones.
PALABRA DE DIOS
¡TE ALABAMOS SEÑOR!
Salmo 136(135),1.23-24.10-12.13-15.
¡Aleluya! ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! al que en nuestra humillación se acordó de nosotros, ¡porque es eterno su amor! y nos libró de nuestros opresores, ¡porque es eterno su amor! Al que hirió a los primogénitos de Egipto, ¡porque es eterno su amor!
y sacó de allí a su pueblo, ¡porque es eterno su amor! con mano fuerte y brazo poderoso, ¡porque es eterno su amor! Al que abrió en dos partes el Mar Rojo, ¡porque es eterno su amor! al que hizo pasar por el medio a Israel, ¡porque es eterno su amor!
y hundió en el Mar Rojo al Faraón con sus tropas, ¡porque es eterno su amor!
PROCLAMACION DEL SANTO Evangelio según San Mateo 12,14-21.
¡GLORIA A TI, SEÑOR!
En seguida los fariseos salieron y se confabularon para buscar la forma de acabar con él. Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Muchos lo siguieron, y los curó a todos.
Pero él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer, para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías:
“Este es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi Espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones. No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas.
No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia; y las naciones pondrán la esperanza en su Nombre”.
PALABRA DEL SEÑOR
¡GLORIA A TI, SEÑOR JESUS!
MEDITACION
La cita de hoy inicia con la reiterativa instrucción de Jesús para que no le descubrieran, con esa discreción en su actividad bienhechora, consecuencia de que su mesianismo no coincidía con la idea de mesianismo que tenían los judíos.
Se nos está llamando a practicar la virtud de la discreción, entendida como la tendencia a no revelar lo que no es necesario o lo que puede ser malentendido, siempre que el eje conductor sea la caridad y no la cobardía.
Por otra parte, en el Evangelio encontramos una frase: “En quien mi alma se complace”, que denota el cumplimiento de las expectativas y el consecuente gozo.
¿Nosotros cumplimos las expectativas de Dios? ¿Nosotros somos capaces de provocarle gozo? No busquemos hacerlo con una obra espectacular; vivamos la vida de todos los días con hondura cristiana, llevando al mundo señales de Dios. Ése es el compromiso para agradar al Señor.
El apóstol no pregona su labor ni sus logros. Camina con Jesucristo y espera, sólo de Él, el aplauso.
POR LA LECTURA DEL SANTO EVANGELIO, SEAN PERDONADOS NUESTROS PECADOS.
¡AMEN!
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