Una muy triste y cruda realidad que lamentablemente no podemos remediar.
Podemos poner nuestro granito de arena, precisamente "no ayudando". Es decir, no podemos continuar fomentando la mendicidad entre los inocentes niños, lejos de beneficiarlos, contribuímos a que este mal social siga propagándose; pero si podemos y debemos denunciar estos casos ante autoridades competentes, a fin de que estos pequeños que se cruzan en nuestro camino, sean canalizados a instituciones benéficas, donde les den techo, pan y educación segura...
Es fácil decirlo, difícil entenderlo, y casi imposible llevarlo a cabo, el corazón se enternece y la mano va al bolsillo en busca de unas monedas, unas monedas que en nada resolverán su problema y si agrava su situación.
Lo más conveniente es darles de comer, si acaso comprarle una muda de ropa y calzado, y posteriormente llevarlos al lugar indicado para que reciba toda la atención y cariño que merece...tal vez suene cruel, pero creo sinceramente que ese es el acto de amor más grande que el pequeño reciba en su vida.
Recordemos: "Dale la caña de pescar a tu hijo, no el pescado" aplica muy bien en estos casos, no son nuestros hijos, pero si nuestros hermanos en Cristo.
Gracias Leo, verdaderamente conmovedor y hermoso tu poema, vuelcas en letras, toda la exquisitez, la delicadeza y los nobles sentimientos que habitan dentro de tí...¡felicidades!...¡DIOS te bendice por ello!
Me he permitido hacerle un fondito musical, sinceramente no se como habrá quedado, mi pc anda mal, mucho muy lenta, tardó en mostrarme como quedó la presentación, espero que se aprecie bien. Ya está en la sección correspondiente...ojalá te guste.
Flaquita