JUEVES 10 DE NOVIEMBRE/2011
PRIMERA LECTURA
DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA: 7, 22-8, 1
La sabiduría es un espíritu inteligente, santo, único y múltiple, sutil, ágil y penetrante, inmaculado, lúcido e invulnerable, amante del bien, agudo y libre, bienhechor, amigo del hombre y amable, firme, seguro y sereno, que todo lo puede y todo lo ve, que penetra en todos los espíritus: los inteligentes, los puros y los más sutiles.
La sabiduría es más ágil que cualquier movimiento y, por ser inmaterial, lo atraviesa y lo penetra todo
La sabiduría es un resplandor del poder de Dios, una emanación purísima de la gloria del omnipotente, por eso nada sucio la puede contaminar.
Es un reflejo de la luz eterna, un espejo inmaculado de la actividad de Dios y una imagen de su bondad.
Ella sola lo puede todo; sin cambiar en nada, todo lo renueva; entra en las almas de los buenos de cada generación, hace de ellos amigos de Dios y profetas, porque Dios ama sólo a quienes conviven con la sabiduría.
La sabiduría es más brillante que el sol y que todas las constelaciones; si se la compara con la luz del día, la sabiduría sale ganando, porque al día lo vence la noche, pero contra la sabiduría, la maldad no puede nada.
Ella se extiende poderosa de un extremo al otro del mundo y con suavidad gobierna todo el universo.
PALABRA DE DIOS.
¡TE ALABAMOS, SEÑOR!.
Del salmo 118
R/. Enséñanos, Señor, tus leyes.
Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. Tu fidelidad permanece de generación en generación, como la tierra, que tú cimentaste.
R/. Enséñanos, Señor, tus leyes.
Todo subsiste hasta hoy por orden tuya y todo está a tu servicio. La explicación de tu palabra da luz y entendimiento a los humildes.
R/. Enséñanos, Señor, tus leyes.
Mira benignamente a tu siervo y enséñame a cumplir tus mandamientos; que sólo viva yo, Señor, para alabarte y que tu ley me ayude.
R/. Enséñanos, Señor, tus leyes.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Jn 15, 5)
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
R/. Aleluya, aleluya.
PROCLAMACIÓN DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS: 17, 20-25
¡GLORIA A TI, SEÑOR!
En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús:
"¿Cuándo llegará el Reino de Dios?". Jesús les respondió:
"El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: 'Está aquí' o 'Está allá', porque el Reino de Dios ya está entre ustedes".
Les dijo entonces a sus discípulos: "Llegará un tiempo en que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán:
'Está aquí' o 'Está allá', pero no vayan corriendo a ver, pues así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación".
PALABRA DEL SEÑOR.
¡GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS!.
MEDITACIÒN
El elogio generoso que hace el autor de la Sabiduría es certera
La persona que asimila la sabiduría tradicional, que Israel ha consolidado al mantener un diálogo amoroso con Dios, tiene parámetros y criterios precisos para juzgar todo lo que ocurre.
El necio es habilidoso para ver lo que ocurre en la vida de otras personas, pero incapaz, de inspeccionar su propia vida.
El sabio aprende a transparentar su propia vida y a analizarla con una mirada crítica.
Quien participa de dicha sabiduría sabe deletrear los acontecimientos decisivos de su existencia creyente No se angustia ante supuestas revelaciones ni se atemoriza de la repentina llegada del Señor; antes bien, la espera con serenidad y enorme alegría.
POR LA LECTURA DEL SANTO EVANGELIO, SEAN PERDONADOS NUESTROS PECADOS.
¡AMÉN!
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