MEDITACIÓN
Seguimos cantando ¡VEN SEÑOR JESUS! a escasos 15 días de la Navidad.
Aunque sabemos que no podemos rehacer los acontecimientos del pasado, si podemos aprender de ellos. El hubiera no existe. Lo que existe es lo que hay y lo que habrá. Eso apreciamos un poco tardíamente gracias a nuestra capacidad de aprender y reflexionar.
Las buenas o malas decisiones traen consecuencia. Quien aprende de sus errores, recompone su vida. Cuando eso no sucede, se vive en la abulia y la indefinición que denuncia el Evangelio.
La generación de galileos que desairó por igual a Juan Bautista y a Jesús no supo aprender de sus errores: Fueron muy exigentes para descalificar a los demás y muy complacientes para justificar su mediocre indolencia.
Si abrimos el evangelio de este viernes nos podemos sonreir ante el eterno e interesado inconformismo de aquellos que nunca hacen nada pero se atreven a protestar de todo. De los que exigen sin ceder un ápice a cambio. De los que prefieren ser meros espectadores y nunca artífices de juego. De los que gritan "¡haz!" pero permanecen elevados como jueces en la tarima de los que siempre miran y nunca se mojan.
La FE siempre generará contrastes a favor y a la contra: adhesiones y deserciones; aplausos y persecuciones; conquistas e indiferencias.
No hace mucho tiempo que me topé con este texto titulado: "el sacerdote signo de contradicción". Se los dejo como meditación de este día.
“Si predica más de diez minutos... ¡no acaba nunca!
Si habla de la contemplación de Dios... ¡está en las nubes!
Si aborda los problemas sociales... ¡gira a la izquierda!
Si va a trabajar a la fábrica... ¡es que no tiene nada que hacer!
Si se queda en la parroquia... ¡está cortado del mundo!
Si casa y bautiza a todo el mundo... ¡vende los sacramentos como en rebajas!
Si se vuelve más exigente... ¡quiere una Iglesia de "puros"!
Si se queda en la casa abadía... ¡no ve a nadie! Si hace visitas... ¡no está nunca en casa!
Si tiene éxito con los niños... ¡es un crío!
Si visita a los enfermos... ¡tiene tiempo para perderlo y pasa al margen de los problemas de su tiempo!
Si hace obras en la iglesia... ¡tira el dinero por la ventana! Si no hace nada... ¡es un abandonado!
Si colabora con el consejo parroquial... ¡se deja llevar como un borrego! Si no tiene consejo parroquial... ¡es demasiado individualista!
Si sonríe fácilmente... ¡se muestra demasiado familiar!
Si, distraído o preocupado, no ha visto a alguien... ¡es un distante!
Si es joven... ¡no tiene experiencia! Si es mayor... ¡debería jubilarse!
Si va por las entidades civiles……quiere meterse en todo Si no va…………………desconoce la realidad de la gente.
Si el Obispo cierra la parroquia por falta de sacerdotes... el pueblo se mueve y todos firman una carta de protesta”.
Ante la FE siempre aparecerán los eternos insatisfechos. Los que tendrán mil razones para un "pero", los intransigentes con los demás pero demasiado receptivos y bondadosos consigo mismos.
Siempre existirán personas que aunque se interprete la más bella melodía se empeñarán en decir que es demasiado bonita y, cuando se ataque otra composición más sencilla, concluirán que no valía la pena escucharla.
ADVIENTO: tiempo de acoger y de escuchar. O, por lo menos, de ir dejando de ser meros críticos de lo que acontece fuera de nosotros mismos.
¿Soy duro a la hora de enjuiciar los actos objetivos de los demás?
¿Acojo la verdad venga de donde venga y haga quien la haga?
¿Valoro la fe como algo que me puede aportar alegría y crecimiento interior?
POR LA LECTURA DEL SANTO EVANGELIO, SEAN PERDONADOS NUESTROS PECADOS.
¡AMÉN!