LA HUMILDAD DEL TRIGO
Provablemente estés familiarizado con el trigo.
En el campo se ven crecer plantitas rectas, llenas de espigas.
Al seguir creciendo con lentitud, los tiernos granos parecen mirar hacia arriba.
Nunca se doblan, pero cuando maduran, las espigas aumentan de peso y comienzan a curvarse.
De igual manera, una cabeza hueca y vacía, siempre se eleva orgullosamente:
"soy superior" dice.
Pero una cabeza madura se inclina hasta el suelo.
Del mismo modo, el que comprende se caracterizará por su humildad, una de las virtudes más admirables.
Donde hay humildad, siembre hay comprensión.
No existe limite para la comprensión y aprendizaje.
Autor: Swami Satchidananda
Ketty
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