Todos hemos sido lastimados alguna vez, esas son las experiencias que nos dan sabiduría para evitar ser lastimados nuevamente, prueba de ello, es nuestra actitud posterior. Después de un dolor o pena, ya no somos los mismos, nuestra mentalidad, nuestra conducta ha cambiado, porque hemos crecido, el dolor nos hace crecer.
La vida sigue su curso, no se detiene por una decepción o un dolor sufrido, por lo tanto, no podemos quedarnos en un rincón a lamer nuestras heridas...esas sanaràn y volvemos a sonreír.
Muchas gracias mi niño!, es hermosa esta reflexión que nos has dejado
Flaquita