¡Tan cierto como que Dios existe!
èl nunca promete en vano, nunca miente, y nunca falla en Sus promesas. Prometiò sostenernos, protegernos y defendernos siempre, y así lo hace. Nunca nos deja totalmente solos, aunque a veces así parezca, èl sabe cuàndo es el momento justo para actuar en nuestro favor.
No debemos perder la fe y la confianza en Su Infinito Amor Paternal.
Cuando nos acogemos a Su Misericordia, todo problema, todo dolor, toda pena, pierden fuerza, se vuelven tan pequeños que dejamos de sufrirlos, nos sostiene la Mano Amorosa de Nuestro Padre.
Gracias mi querido Salva, me ha gustado mucho esta reflexión que nos dejas hoy.
Flaquita