Sobre esas olas inquietas,
descansa la brisa nocturna,
mezcladas con azul de mar
agitadas bajo tu cielo,
un verso bordado de sueños,
de anhelos y pasiones.
En la cumbre la nostalgia,
enredada con listones de luna
bordados al tiempo en tu almohada;
sobre tus manos mil recuerdos,
que se despiertan en cada amanecer
para crear nuevos suspiros,
y alcanzar la gloria en tu pecho.
No hay sepulcros bajo el silencio,
solo una escala en la distancia,
vida constante en las palabras,
bajo sombras de incertidumbre
renace la convicción del sentimiento.
El deseo del encuentro,
de arroparme en tu mirada,
el brillo de una sonrisa,
al tenor de una caricia...
Prisionera de lo inexplicable,
de lo que no tiene precedente
peregrina entre fantasias,
iusiones bañadas de sol,
en armonia con tus sentidos,
un poema viviente en tu pecho,
con cálidas estructuras de cielo,
acalladas en tus besos