Debo acostumbrarme a estar sin tí, a que los días parezcan tener más horas, a que no vendrás ni al té ni al amor.
No es fácil convencerse que no estás que no estarás y que estuviste feliz conmigo. Mientras tanto, dibujo momentos, para aprender a vivir así.
Nadie me ha enseñado a llevarlo, no esperaba el final, no esperaba silencios ni imaginaba cuán difícil podría ser.
Debo aprender a caminar por otros lugares, a ver a otra gente, a no leer viejos cuadernos ni revisar mi correo del final. También es difícil acostumbrarse a las largas noches sin tu respiración, sin siquiera tus ojos apagados y más a que no estés a mi lado; sin timbres, sin carreras sin besos ni escaleras.
Aprenderé a entender esto. Mientras tanto dame un tiempo, si me equivoco al llamarte o si te visito sin querer y sin excusa, si te miro a los ojos con ternura, si por equivocación me despida un beso que no tenga sentido
Francisco Madero Urmenetta
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