Cuando vivimos creyendo que la vida carece de significado, nuestra experiencia de nosotros mismos se torna menos amorosa, menos alegre y menos viva. Nuestro cuerpo se siente menos vital, nuestra salud tiene un efecto drepresivo en quienes nos rodean y sentimos que nos robaron la sensación de propósito y de placer.
Si, por otro lado vivimos creyendo que cada uno de nuestros pensamientos, palabras y actos, marca realmente una diferencia, entonces nuestra vida es tocada por lo extraordinario, disfrutamos de mas salud, alegría y risas, nos sentimos más brillantes, más conectados , y los demás se sienten más enrriquecidos con nuestra compañía
Cuando creemos que elegir vivir como si toda nuestra vida estubiera ligada al destino de todo el planeta, nos entretejemos nuevamente con la red de la creación, los hilos que nos unen están tejidos por nuestro sentido de autovalía y anudados por el AMOR QUE ENCUENTRA ALGO VALIOSO Y PRECIOSO EN TODOS LOS SERES Y COSAS.
Bendiciones para ustedes.
con cariño.
maroga.