Cuando Moisés golpeó la roca y de ella salió agua, pensó "qué buena oportunidad para darme un baño". Se quitó la ropa, la dejó junto a la roca y entró al agua.
Cuando acabó su baño y quiso vestirse, su ropa no estaba allí. Se la habían robado los palestinos".
El representante de Palestina saltó furioso y dijo: