Dios no està tan lejos como
parece
Sentirse solo aun acompañado es
una de las sensaciones más duras que en la vida nos toca enfrentar, sonreír sin
que esa sonrisa sea sincera o sin que nazca de nuestro corazón, hacerlo es
reflejo de esos momentos en donde pareciera que algo está pasando y en donde
sentimos como que si Dios se ha apartado de nosotros.
¿Te has sentido alguna vez así?,
sentir que tratas de orar y que tu oración no llega más allá de la habitación en
donde estas, sentir que pides y no recibes y que para colmo todo comienza a
ponerse en tu contra.
Llegar a tu Iglesia y salir como
llegaste; llegar a tu casa, cerrar la puerta de tu habitación y
comenzar una de esas charlas con Dios en donde le dices: “¿Qué pasa?, ¿Por
qué a mí?”. Sentir que no puedes más y pensar que sería mejor colgar los
guantes, son todos esos sentimientos y
pensamientos encontrados en momentos de soledad, en momentos de
silencios.
Sé que es eso, es duro, difícil,
el sentimiento de soledad muchas veces quiere impulsarnos a tomar decisiones
equivocadas, de esas que muy bien sabemos que no deberíamos tomar, pero el mismo
tsunami emocional me quiere llevar a ello.
¿Sabes?, Dios te conoce a
perfección, El ha estado pendiente de ti todos estos días, el otro día mientras
llorabas El quería consolarte, pero tu coraje por el momento que estabas
pasando, no permitió el momento. El te ve cuando lloras y quisiera que no lo
lloraras mas, El quisiera abrazarte y decirte: “No estás solo, no estás
sola”. Pero estás tan metido en tus ideas, esas que lo único que quieren es
apartarte de su lado.
Mientras estas sentado allí, Dios
quiere ministrar tu vida, Dios quiere hacerse sentir dentro de ti, algo
sobrenatural inundara tu cuerpo y te hará sentir que El jamás se ha apartado de
ti, que esos momentos de aparente soledad nada mas servirá para hacerte más
fuerte.
Quiero que cierres los ojos por un
momento, por unos segundos y permitas que Dios se manifieste en tu vida,
ciérralos y siente como El estaba más cerca de lo que parecía.
¡Vamos hazlo!
A veces aun en esa aparente
soledad, tenemos que hacer silencio por un momento y desprender nuestra atención
de cualquier otra cosa que la está robando, para poner atención a la presencia
de Dios que nos acompaña cada día.
Dios no esta tan lejos como
parece, y tú no estás tan solo como crees que lo estas, ya que si por un momento
desviaras tu atención de todas aquellas cosas que te hacen creer todas esa
mentiras, y volvieras tu atención al Señor, te darías cuenta que El estaba más
cerca, que solo bastaba desviar tu atención, porque El estaba allí, si allí, a
tu lado, de hecho esta junto a ti en este momento, te abraza, te hace sentir
amado, recuesta tu cabeza en su hombro y te dice: “Jamás me apartare de
ti”.
Porque no haces conmigo una
pequeña oración:
“Dios mío, eres maravilloso, las
palabras se me acaban cuando estoy delante de ti, quisiera decirte tantas cosas
hermosas, lo mucho que te amo, lo mucho que te necesito, perdóname por no poner
mi atención en ti y creer que estaba abandonado, este día me doy cuenta que
estabas más cerca de lo que pensé y no solo eso, sino que me sigues amando como
lo hiciste desde el primer día que me aceptaste en tu redil, gracias por tu
presencia, gracias por amarme y sobre todo gracias por nunca dejarme solo, te
amo mi Dios. Amén”.
Dios está más
cerca de lo que creías
¡El está a
tu lado ahora mismo!
“No temas,
porque yo estoy contigo…”
Isaías 43:5a (Nueva Versión
Internacional)