Responsabilidad: Somos responsables de aquello que
hacemos y decimos, de aquello que omitimos en nuestros trabajos, en la
familia, con los amigos,... Según el diccionario de la Real Academia,
aquel que sostenta la responsabiliad de algo, debe responder sobre ese
algo.
Ser capaces de integrar y aceptar totalmente su
contenido, es difícil porque muchas veces la hemos interpretado como
algo negativo.
La responsabilidad implica aceptar lo que
hacemos mal y lamentablemente eso conlleva un perjuicio a una tercena
persona y sino es así los más perjudicados somos nosotros mismos.
Pero que miedo nos da aceptarlo.
Creo
que no nos educan para ello, porque pensamos que aceptando lo que
hacemos mal, nos sentimos culpables y eso produce un miedo terrible, y
entonces nos inmoviliza porque no sabemos lo que nos va a pasar.
Voy
a poner un ejemplo, como personas que somos, seguro que hemos hecho en
el pasado o en el presente comportamientos erróneos delante de un hijo
de una forma continuada y sistemática y no hemos sabido entenderlo hasta
pasado mucho tiempo, o bien nuestro hijo nos lo ha hecho notar o bien
terceras personas nos han hecho que observasemos que algo le pasaba y
que por lo tanto algo no iba bien.
Ante una situación de
tal magnitud, hemos podido negar la evidencia inicialmente, porque
nuestra soberbía no nos permite aceptar que nosotros cometemos errores y
menos a algo tan querido como es a nuestros hijos y entonces negar
nuestra responsabilidad y pensar que es del colegio, de nuestra pareja,
.... menos de nosotros. Aceptar que algo se esta haciendo mal, es el
primer paso para aceptar nuestra responabilidad como progenitores,
ponerle remedio es nuestro deber y obligación.
El no
hablarlo, el no aceptarlo no nos hace menos responsables, en cualquier
caso somos más esclavos de nuestra falta de aceptación de nuestros
errores, hablar sin tapujos y aceptar totalmente lo que implica lo que
hacemos y lo que omitimos, nos hace libre y estar en paz con nosotros
mismos.