Lo único
que somos verdadera mente capaces de cambiar es a nosotros mismos.
Somos
libres de modificar nuestra visión del mundo, el modo en que enfrentamos
distintas situaciones,como reaccionamos frente a los demás, lo que creemos y lo
que hacemos.
Sólo cuando nos proponemos cambiar a los demás nos sentimos
frustrados y desilusionados.
Si deseamos cambiar a los demás, lo mejor que
podemos hacer es poner sobre la mesa distintas alternativas e invitarlos a
aceptar todas las posibilidades que les podemos ofrecer, permitiéndoles
aceptarlas o rechazarlas, sin emitir juicio alguno.
Todo lo que vaya más allá
de esto,nos llevará al fracaso.
(Leo
Buscaglia.)