Según estudios publicados por el Departamento de Agricultura Federal de Los Estados Unidos, las almendras son una fuente natural de energía y salud.
Contiene alrededor de 160 calorías por porción; de los cuales 6 gramos son de proteínas, 6 gramos son de carbohidratos y 14 gramos son de grasa, ¡pero la mayoría son de grasas buenas!
Las Almendras y la Salud
Las almendras son un elemento fundamental para prevenir las enfermedades del corazón y para mejorar la circulación sanguínea.
La almendra y el crecimiento.
Las almendras por la serie de elementos esenciales que tienen para nuestro organismo, hacen que su consumo sea adecuado en condiciones de crecimiento, siendo un buen complemento de la dieta.
La almendra y el envejecimiento.
La almendra es uno de los frutos secos con mayor aporte de vitamina E, una vitamina cuya ingesta a menudo está por debajo de lo que sería recomendable y que ejerce un valioso papel antioxidante. 50 g diarios de almendras crudas cubren las necesidades por día de esta vitamina.
La almendra y la diabetes.
El control de la dieta es esencial en los diabéticos que no dependen de insulina. La almendra puede formar parte de la alimentación de un diabético. Por una parte, se sabe que la asociación de la fibra con los azúcares provoca una disminución en la velocidad de absorción de la glucosa, lo que hace que el aumento de los niveles de glucosa e insulina sea moderado. Por otro lado, se ha demostrado que una dieta de ácidos monoinsaturados mejora la tolerancia a la glucosa, además de tener un efecto positivo sobre la regulación del contenido de colesterol presente en las HDL y LDL y sobre los niveles de triglicéridos.
La almendra y el cáncer.
Las almendras presentan un elevado contenido de fibra, elemento que, entre otras ventajas, permite aumentar el volumen de los excrementos y diluir así el ácido biliar, lípidos y esteroles, haciendo que disminuya el riesgo cancerígeno de éstos en el colon.
La almendra: una "aspirina" natural.
Considerada "remedio de todos los males", la aspirina es el medicamento más popular, extendido y aceptado. La alternativa natural a este producto consiste en comer un puñado de almendras, aunque sus efectos sean más lentos. La explicación radica en que las almendras contienen una buena proporción de salicilatos, sales formadas por ácido salicílico y una base que constituyen el principal agente activo de la aspirina, al que se deben los milagrosos efectos de este popular fármaco. Además, por su alto valor calórico y proteínico, las almendras ayudan a la regeneración del sistema nervioso y son un buen antiséptico intestinal.
La dosis recomendada
Los expertos están de acuerdo en que una dosis recomendable de almendras para una persona sana es de unos 25 g al día (20 unidades), estando especialmente recomendada a niños, por su riqueza en calcio y proteínas; a vegetarianos, por su aporte en hierro y proteínas; y a personas aquejadas de hipercolesterolemia, osteoporosis, déficit de peso, diabetes e intolerantes a la lactosa.
En resumen, las almendras representan nutrición y salud con sabor. Son las almendras la fruta seca sin colesterol que agradará a los consumidores más exigentes y a los fanáticos de la salud.
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