Donna Simpson, objetivo: ser la mujer más obesa del mundo.
Ejemplares del zoo humano
Cuando dio a luz pesaba 230 kilos, necesitó tres camillas y tuvo en vilo a un equipo de 19 doctores y enfermeras que le practicaron una cesárea de altísimo riesgo para llegar hasta su hija recién nacida, Jacqueline. Donna Simpson entró en el libro Guinness de los récords como la madre más gorda del mundo, aunque aquello le supo a poco.
Dos años después, y pese a sufrir diabetes y alta presión sanguínea, esta mujer de 42 años –natural de Nueva Jersey y diplomada como enfermera- se ha propuesto duplicar su propio peso y convertirse, a mucha honra, en la mujer más obesa del mundo. Su objetivo es llegar a 450 kilos.
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“No sé exactamente por qué me he propuesto esa meta, pero creo que es el peso para el que he nacido”, asegura Donna, que cuenta con un cómplice de excepción: Philippe, el padre de su hija, a quien conoció en un ‘chat’ de mujeres gordas en Internet y con quien se casará próximamente.
“Donna es mi fantasía: cuanto más pesa, más sexy es“, admitía recientemente Philippe, en declaraciones al Daily Mail. Para más morbo, su musa mórbida asegura que la vida sexual de la pareja mejora con los kilos: “A Phillipe le gusta ponerse encima y jugar con la grasa de mi vientre”.
Tan orgullosa está Donna con su propio peso que ha creado una web de pago para exhibir sus carnes y colgar los videos en los que se la puede ver comiendo hasta 70 sushis de una sentada. Doscientos sesenta admiradores le han salido de momento y con sus cuotas contribuyen de algún modo a la causa: 750 dólares es su presupuesto semanal para la comida.
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Donna ingiere una media de 12.000 calorías diarias y se relame los labios mientras explica un menú típico: “Cuatro hamburguesas con patatas fritas, una rebanada de pan con manteca de cacahuete y mermelada, cuatro filetes con patatas, una pizza grande, un pastel de chocolate y helado con crema, doce pasteles, dos tartas de queso y muchas latas de refrescos con burbujas”.
Donna se recuerda siempre gorda y comiendo. En el colegio se burlaban de ella, y sus padres la pusieron a dieta. Pronto superó sin embargo los 100 kilos y cuando se casó con su primer marido, el chef Robert Simpson, decidió dar rienda suelta a la gula: “Me traía las sobras del restaurante y no podía resistirme”.
Asegura la ex enfermera (ahora se queda todo el día en casa) que tiene una salud de hierro y que el peso no le afecta, aunque se mueve cada vez con más dificultad y utiliza un pequeño coche eléctrico para los largos desplazamientos.
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Los médicos le han recomendado que renuncie a su proeza o morirà en el intento.
Caminando por las calles de Pyongyang por momentos pareciera que se ha llegado a uno de los tantos sitios abandonados que existen alrededor de la tierra, pero no, bienvenidos a Corea del Norte “el reino ermitaño” .
De paseo por la prisión más grande del planeta, aquella donde conviven 23.300.000 almas, las que se tienen que ingeniar como sea para vivir a la sombra de la locura de Kim Jong Il, Presidente de la Comisión Nacional de Defensa y una continuación de las politicas de su padre, el presidente eterno Kim Il Sung, fundador de la república. Ambos empecinados en mostrar al mundo únicamente una potencia en todos los sentidos, donde no existe la pobreza ni ningún otro mal ¿será cierta tanta belleza?
Lo cierto de todo es que en esta nación existen dos realidades paralelas; una que transcurre a los ojos de los pocos turistas que se atreven a ir allí (hay que ser muy osado para enfrentar tanto aburrimiento), puede pasar que en poco tiempo te hayas muerto de tedio de saber que aún siendo turista no te puedes dedicar a hacer turismo porque siempre llevas custodia de la policía y sólo es posible tomar fotografías de los sitios que ellos autorizan.
Pasear por sus calles es un viaje a la desolación. Son muy pocos los habitantes que pueden transitarla, por lo general su tránsito es subterráneo para presentarse lo menos posible ante los visitantes ya que éstos no puedan ver el grado de pobreza en que se vive, a todas vistas puede ser más aventura visitar sus cementerios (es suposición porque de ellos tampoco hay imagenes).
Sería posible creer que no se puede ser más irracional con un pueblo, pero si se puede. El colmo de la insensatez radica en una población viviendo casi que apilada, donde las hambrunas han matado miles de personas, pero ellos se dedican a hacer hoteles donde no se necesitan. Tal es el caso del Hotel Ryugyong , que mide 330 metros, tiene 105 plantas que ofrecen una superficie de 360.000 m², supuestamente tendria 3000 habitaciones, haciendo de este edificio la construcción más sobresaliente de toda la ciudad y también del país y el 2º hotel más alto del mundo (por debajo del Rose Rotana Suites y superando al Burj Al Arab), claro, eso sólo seria posible si estuviera terminado. Sin embargo, no es si no otra apología a la arbitrariedad pues se empezó a construir en 1987 y se detuvo en 1992, dejando allí solamente una inmensa estructura de hormigon de 750 millones de dólares que en cualquier momento podria venirse a tierra, pero que despúes de 16 años se dedicaron a pulirlo y a organizar en los pisos superiorse antenas para telefonia celular, obviamente solamente para miembros del gobierno porque si como turista no puedes llevar un teléfono (la policia lo retiene al llegar) mucho menos siendo uno más del pueblo.
Por supuesto esta es una de las edificaciones abandonadas más grandes del mundo, ¿Con que turistas se podria contar en un sitio donde los artículos como plantas, animales, cualquier tipo de pornografía, propaganda de masas, radio, sistema de posicionamiento global (GPS) no están permitidos? si nisiquiera se tiene como aliciente ir al mar, pues allí se antoja una visión de un campo de concentración con sus alambrados eléctricos, si bien es cierto existen monumentos fascinantes, y sitios que pueden ejercer cierto misticismo, la perspectiva de encontrarse siempre vigilado y en una ciudad que en la noche se vuelve tenebrosa porque cortan la corriente eléctrica, hace que se prefiera conocerla únicamente en imagenes.
Que pensaría Marx al encontrar un pueblo supuestamente seguidor de su ideología pero que a las claras parece haber tenido que sacrificar bienestar por educación (la tasa de alfabetización es del 99% ), como sea… ésta cárcel es la ofrenda al absurdo.
Si es que el amor a veces no tiene fronteras, ni tan siquiera la de la muerte. Si no que se lo pregunten al bueno de Le Van, que cuando falleció su esposa no se lo pensó dos veces en desenterrarla, hacerle un bonito traje de escayola y meterla en su cama. De ese modo ha dormido con ella durante 5 años.
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Según contaba La Gaceta:
QUEN NAM, Vietnam.- Extrañaba a su esposa y tomó una decisión insólita. Un hombre vietnamita desenterró el cadáver de su mujer y durmió a su lado durante cinco años. En 2004, Le Van, oriundo de Quang Nam, abrió la tumba y con arcilla moldeó los restos para darles forma humana; luego los vistió y se los llevó a su casa.
En un principio, el hombre, de 55 años, comenzó a dormir en la sepultura, tras la muerte de su pareja en 2003. Pero más tarde, a causa de la lluvia y del frío, cavó un túnel para acostarse junto a ella. Sus hijos, al enterarse de lo que hacía, se lo prohibieron de manera terminante.
La fotografía de Van con la figura de su mujer se publicó en numerosos diarios y sitios locales. El hombre contó a la prensa que sus vecinos no se acercaron a la casa durante muchos años. “Me gusta hacer las cosas de manera diferente. No soy como las personas normales”, aseguró.
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Bien mirado esto puede llegar a tener sus ventajas, imaginen que en verano se puede dormir algo más fresco abrazado al yeso y, además, tiene que ser un placer dormir con alguien que no se queje de tus ronquidos.
¿No ha tenido nunca la sensación de estar viviendo una experiencia ya vivida? En muchas ocasiones al pasear por la calle, en el trabajo o con los amigos, asalta la impresión desconcertante de conocer esa situación pero se desconoce la razón.
Esa extraña sensación de haber vivido antes una determinada situación es llamada por los franceses déjà vu, que quiere decir “ya visto”. Este nombre se debe a un científico francés de finales del año 800, Emile Boirac. Pero esta manera de denominarla es considerada poco apropiada por muchos estudiosos, que consideran que sería más apropiada llamarla déjà veçu, es decir “ya vivido”.
Los expertos llevan muchos años estudiando cuál puede ser la razón que explique el déjà vu; de hecho, San Agustín ya investigó el tema. Se debe a un error de nuestro cerebro difícil de explicar. El déjà vu es una sensación que casi todo el mundo ha sentido alguna vez. En todas sus manifestaciones se caracteriza por unos rasgos en común.
Por un instante
El 80% de las personas ha tenido alguna vez la sensación de estar viviendo una experiencia vivida anteriormente. En la mayor parte de las ocasiones se trata de una experiencia que dura tan sólo unos segundos, pero que el individuo que la vive puede sentir como más larga debido a la sensación de intranquilidad que le invade. Este nerviosismo suele desaparecer en el momento en que finaliza el fenómeno, como mucho unos minutos después.
Los hechos son reconocidos inmediatamente. Sin embargo, le resulta imposible ubicar en el pasado una situación igual, y cuanto más se esfuerza en reconocerlo, más se desvanece. Además, no se trata de recordar una cara, un sitio o un olor, sino una experiencia entera.
Sensación inquietante
A pesar de que es algo conocido o familiar, no resulta tranquilizante, sino todo lo contrario. Hay que tener en cuenta que se rompe el orden cronológico que estamos acostumbrados a seguir. De repente el presente se transforma en pasado.
En muchas ocasiones el hecho de reconocer los acontecimientos presentes como ya vividos, hace que se considere capaz de saber qué va a ocurrir después. Pero no es así, porque se trata de un hecho aislado que sólo dura unos segundos.
La explicación de los científicos
Tras muchos años intentando buscar una razón que explique el déjà vu, los expertos que estudian el funcionamiento de la mente no han llegado a una conclusión definitiva y unánime.
Los psicoanalistas opinan que es fruto de los sueños diurnos, de las fantasías inconscientes de la persona. No es un hecho que suceda por azar, sino que suele estar relacionado con algo de gran importancia para el sujeto, hemos soñado con una situación y al ocurrir realmente nos resulta conocida.
Los psicólogos y los neurólogos lo consideran una alteración de la memoria, en el cerebro se activan por error los circuitos neuronales responsables de la sensación del recuerdo. Por eso se “recuerda” algo que realmente no ha pasado.
Otra opinión menos extendida dice que es una alteración de la percepción.
También está considerado como un fallo en la interpretación de los hechos en el tiempo. Una incapacidad de establecer primero una secuencia y luego otra, se debe a un retraso entre lo que estamos viendo y el tiempo que tarda nuestro cerebro en registrar el momento.
Algunos estudios establecen que en la mayoría de los casos se da en personas con una capacidad de atención baja; personas cansadas y con estrés. En situaciones de poca concentración cerebral, el subconsciente capta una experiencia antes que el yo consciente, de manera que para cuando esto último ocurre, la experiencia se encuentra ya en la memoria y el yo consciente la identifica como un recuerdo, pero realmente lleva muy poco tiempo en la memoria.
Otras explicaciones
Al margen de los estudios científicos, el carácter desconcertante del déjà vu ha dado lugar a una serie de teorías relacionadas con la metafísica, la reencarnación y los poderes ocultos.
Dentro de este campo la explicación más extendida está relacionada con la reencarnación del alma. En una segunda vida el individuo no es capaz de recordar su vida anterior, pero si puede tener breves recuerdos, como ocurre en el déjà vu.
También se considera como una prueba de tener poderes especiales. Muchas veces la sensación de revivir el pasado desemboca en la creencia de que se puede predecir lo que va a suceder. Ha sido relacionado también con la telepatía y como prueba de poderes ocultos.
Tras unas fructíferas excavaciones llevadas a cabo en 2008 en las cuevas del suroeste de Alemania, Nicholas J. Conard, de la Universidad de Tubinga, y colegas se están enfrentando a la detallada descripción e identificación de grandes tesoros artísticos del Auriñaciense. Tan sólo unas semanas después de describir en Nature la figura femenina tallada en marfil más antigua hasta ahora conocida, salida de Hohle Fels, hoy publican, en la misma revista británica, los hallazgos de varias flautas en las mismas cuevas que se suman a la cada vez más amplia colección de instrumentos musicales, estatuillas y herramientas que han dado estos yacimientos.
Las flautas aparecidas en esta región alemana son, de hecho, las evidencias convincentes más antiguas (anteriores a hace 30.000 años) de prácticas musicales humanas.
Funciones sociales
La cantidad de fragmentos y pequeñas piezas de instrumentos encontradas en la zona junto con restos de animales y herramientas dan cuenta de lo extendida que estaba la práctica musical en el Auriñaciense y de que la música cumplía funciones sociales diversas.
Al tratarse de una tradición ya arraigada hace 35.000 años, los arqueólogos concluyen que la música, como parte de otras expresiones artísticas y simbólicas de la época, contribuyó «al mantenimiento de redes sociales más grandes (…) y por lo tanto a la expansión territorial y demográfica de los humanos modernos en relación con las poblaciones de Neandertales, culturalmente más conservadores y demográficamente más aisladas», dice el artículo.
Las flautas son una reliquia típica de ese periodo, pero lo que distingue al reciente descubrimiento de los anteriores es que una de ellas, hecha con el radio de un buitre leonado, ha sido reconstruida casi al completo a partir de 12 fragmentos. Es, hasta ahora, la reconstrucción más completa de las flautas halladas en estas cuevas, cuyas piezas suelen estar sueltas y sin conexión con otras.
La flauta reconstruida mide 21,8 centímetros de largo y unos 8 milímetros de diámetro. En ella se identifican cinco orificios para colocar los dedos sobre ellos, así como dos hendiduras en forma de «V» en el extremo superior del tubo, por donde los músicos probablemente soplaban. La otra punta de la flauta, el extremo inferior, permanece rota por la mitad del quinto agujero.
El “Gran Smog” de 1952. La niebla que mató a miles de londinenses.
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Historia de la niebla asesina
Situémonos en Londres, a finales del año 1952, en un día gris y tremendamente frío. Muchos de vosotros habréis visualizado la escena con la típica niebla densa y opaca que ha quedado grabada en nuestros subconscientes gracias al cine y a la literatura; esa niebla por la que Jack el destripador se movía como pez en el agua o esa niebla que se entremezclaba volátil con las volutas de humo de la pipa de Sherlock Holmes.
Ciertamente, la típica niebla londinense, pese a que hoy en día es apenas inexistente, fue algo bastante habitual en la capital británica durante buena parte del siglo pasado. Se podría decir que los londinenses estaban bien adaptados a ella o que, por lo menos, la soportaban sin mayores problemas. Pero la niebla que cubrió la ciudad desde el 4 al 9 de diciembre de 1952 no fue una niebla normal, el “Great Smog” o “Big Smog”, como se la bautizó, mató nada más y nada menos que a 12000 personas.
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Transcurrían tiempos duros tras la guerra en el valle del Tamesis y hasta los inviernos parecían más crudos de lo normal, cuando un gran anticiclón se posó sobre la ciudad atrapando las capas de aire frío en la zona inferior con otras de aire más cálido en las zonas más altas. A las chimeneas de las fábricas que quemaban carbón a espuertas para mover sus maquinarias, se unieron las de miles de hogares que prendieron sus chimeneas para combatir el terrible frío y, ya de paso, la de miles de vehículos que circulaban por las calles con sus motores diesel. El cocktail ambiental fue letal creando una niebla contaminante tan espesa y opaca que apenas se podía ver a un par de metros de distancia. La ciudad quedó completamente paralizada ya que la circulación era prácticamente imposible y los transeúntes tan solo podían moverse en metro o caminando.
Los hospitales comenzaron a llenarse de gente que acudía allí con todo un abanico de problemas respiratorios como hipoxia, cianosis, bronquitis y bronconeumonías causados por los agentes contaminantes que quedaron atrapados en la niebla a causa de la quema desmesurada de un carbón de muy baja calidad con elevados niveles de azufre. El dióxido de azufre, junto con el hollín y el dióxido de carbono unidos al ambiente frío y húmedo se llevó por delante durante los primeros días a 4000 personas, mayormente niños, ancianos y gente que ya acarreaba problemas respiratorios.
Al caos hospitalario también habría que sumar el policial, ya que la densa niebla fue el escenario perfecto para que vándalos y demás aprovechados se dedicaran al saqueo y al pillaje con total impunidad. Entre la niebla, los únicos vehículos que podían circular eran las ambulancias y los vehículos policiales que se iban guiando por las luces de los agentes de a pie que se situaban en puntos estratégicos a modo de faros humanos.
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Cuando la niebla se esfumó, se comenzó a tomar conciencia de lo terrible que había sido y se recapacitó sobre su problemático origen. Durante los meses y años siguientes, otras 8000 personas fallecieron por los problemas respiratorios que tuvieron durante esos aciagos días de diciembre.
El “Gran Smog” del 52 dio pie la firma del Acta de aire limpio, que se formalizó en 1956 para eliminar las combustiones de carbón en las industrias y hogares y evitar un nuevo suceso de tal magnitud, pese a ello, ese mismo año de 1956 fue testigo de nuevo de otra niebla asesina con 1000 víctimas, en 1962 murieron de nuevo 700 personas por el mismo motivo, siendo este el último reporte de este tipo de nieblas en la capital londinense.
Por otro lado, la del 52 no fue la primera, ya que en 1880 se tiene constancia de que una niebla tóxica ya había matado a 2200 londinenses.
Cuando dio a luz pesaba 230 kilos, necesitó tres camillas y tuvo en vilo a un equipo de 19 doctores y enfermeras que le practicaron una cesárea de altísimo riesgo para llegar hasta su hija recién nacida, Jacqueline. Donna Simpson entró en el libro Guinness de los récords como la madre más gorda del mundo, aunque aquello le supo a poco.
Dos años después, y pese a sufrir diabetes y alta presión sanguínea, esta mujer de 42 años –natural de Nueva Jersey y diplomada como enfermera- se ha propuesto duplicar su propio peso y convertirse, a mucha honra, en la mujer más obesa del mundo. Su objetivo es llegar a 450 kilos.
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“No sé exactamente por qué me he propuesto esa meta, pero creo que es el peso para el que he nacido”, asegura Donna, que cuenta con un cómplice de excepción: Philippe, el padre de su hija, a quien conoció en un ‘chat’ de mujeres gordas en Internet y con quien se casará próximamente.
“Donna es mi fantasía: cuanto más pesa, más sexy es“, admitía recientemente Philippe, en declaraciones al Daily Mail. Para más morbo, su musa mórbida asegura que la vida sexual de la pareja mejora con los kilos: “A Phillipe le gusta ponerse encima y jugar con la grasa de mi vientre”.
Tan orgullosa está Donna con su propio peso que ha creado una web de pago para exhibir sus carnes y colgar los videos en los que se la puede ver comiendo hasta 70 sushis de una sentada. Doscientos sesenta admiradores le han salido de momento y con sus cuotas contribuyen de algún modo a la causa: 750 dólares es su presupuesto semanal para la comida.
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Donna ingiere una media de 12.000 calorías diarias y se relame los labios mientras explica un menú típico: “Cuatro hamburguesas con patatas fritas, una rebanada de pan con manteca de cacahuete y mermelada, cuatro filetes con patatas, una pizza grande, un pastel de chocolate y helado con crema, doce pasteles, dos tartas de queso y muchas latas de refrescos con burbujas”.
Donna se recuerda siempre gorda y comiendo. En el colegio se burlaban de ella, y sus padres la pusieron a dieta. Pronto superó sin embargo los 100 kilos y cuando se casó con su primer marido, el chef Robert Simpson, decidió dar rienda suelta a la gula: “Me traía las sobras del restaurante y no podía resistirme”.
Asegura la ex enfermera (ahora se queda todo el día en casa) que tiene una salud de hierro y que el peso no le afecta, aunque se mueve cada vez con más dificultad y utiliza un pequeño coche eléctrico para los largos desplazamientos.
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Los médicos le han recomendado que renuncie a su proeza o podrá morir en el intento.
La ciudad fantasma de Varosha. De como un centro turístico se convirtió en un lugar desolado. .
El paraíso robado
Existen mil razones por las que pueblos y ciudades quedan en ocasiones abandonados y pasan a engrosar la lista de pueblos fantasma, pero sin duda, los motivos por los que Varosha pasó a formar parte de esta lista, hace ya 35 años, es uno de los peores: la codicia, los fanatismos y la estupidez humana que más veces que menos nos lleva a encontrarnos en situaciones tan tristes como la de esta ciudad.
Varosha a principios de los 70
Varosha es el distrito costero de la ciudad de Famagusta, en Chipre. En los años sesenta y principios de los setenta Famagusta era un centro turístico reconocido a nivel mundial, sus playas blancas de aguas cristalinas y el siempre apacible clima mediterráneo lo convirtieron en el lugar preferido de de muchos famosos del momento como Elizabeth Taylor, Richard Burton, Raquel Welch y Brigette Bardot, que le daban el toque de glamour que estos rincones del Mediterráneo necesitan para destacar del resto.
La gente acudía de todos los lugares y el progreso económico del lugar se transformaba año en año en grandes bloques de apartamentos y hoteles de lujo para poder dar cabida a todos los visitantes y turistas.
Pero toda la alegría y todo el progreso de esta joya turística se vio truncado de golpe a mediados de agoste de 1974, cuando todo el distrito junto con el norte de Chipre fue tomado por las tropas Turcas. Más de 45000 greco-chipriotas tuvieron que huir a la carrera de Varosha dejando allí todas sus pertenencias y posesiones.
Chipre quedó desde entonces dividida de forma dramática. El sur ocupado por los greco-chipriotas y el norte ocupado por los turco-chipriotas y, justo en medio, el barrio de Varosha totalmente desocupado y bajo control de los turcos, que no lo pueden ocupar por una resolución de la ONU en 1984 que prohíbe totalmente todo sentamiento en el lugar a personas que no sean sus habitantes originales greco-chipriotas.
Desde entonces, los greco-chipriotas han luchado por recuperar su ciudad expoliada; comisiones, resoluciones, consejos de seguridad de la ONU, decisiones, derechos internacionales, convenciones de los derechos humanos, libertades, democracias… todo un cúmulo de batallas burocráticas que por el momento no han dado resultado alguno, más que promesas siempre incumplidas por parte de los ocupantes del norte.
F
Ni el más alto tribunal europeo parece encontrar una solución para este conflicto mientras que lo que antaño fue uno de los más bellos y famosos lugares turísticos del planeta se desmorona irreversiblemente.
Dicen los estudios que un quinto de la población padece o ha padecido sonambulismo durante alguna etapa de su vida. En general, la noctambulidad se asocia a la infancia y adolescencia y desaparece cuando el individuo pasa a la edad adulta, quedando sus paseos nocturnos por el hogar en algo anecdótico e incluso gracioso.
Pero un pequeño porcentaje de sonámbulos llega a la edad adulta sin que desaparezca de forma natural esta alteración del sueño y la combinación sus paseos nocturnos con el estrés diario y, en muchas ocasiones, con conductas obsesivo-compulsivas, pueden desembocar en episodios realmente terribles y violentos; ¿Es un sonámbulo culpable de violar o asesinar cuando lo hace sin ser consciente de ello?
Según la Corte Suprema de Canadá, y repasando el fallo del caso de Kenneth Parks, los sonámbulos no son culpables de sus actos, aunque estos sean asesinatos sangrientos.
Los hechos ocurrieron en 1987, cuando Parks, jugador compulsivo y con muchas deudas y problemas económicos causados por el juego, salió de su casa en estado de sonambulismo, se subió a su coche y condujo durante veinte kilómetros hasta la casa de sus suegros. Allí, mató a su suegra a base de golpes con una barra metálica y estranguló a su suegro, aunque este logró sobrevivir al ataque quedando solo inconsciente. Luego, volvió a subir a su coche y condujo hasta la comisaría más cercana donde, ensangrentado y supuestamente todavía dormido, se entregó a los policías diciendo “Creo que he matado a alguna persona”.
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“Una idea errónea sobre el sonambulismo es que tienen las facultades motoras limitadas. Según los expertos, el sonámbulo puede realizar las mismas tareas que cuando está despierto, pudiendo incluso conducir y trabajar”
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En el juicio se vivió una verdadera batalla campal entre los especialistas que defendieron la causa y la acusación, que en todo momento acusó a Parks de ser perfectamente consciente de lo que hacía. Al final, Kenneth Parks fue absuelto por el jurado por considerarse que en el momento del asesinato se encontraba sonámbulo y que no fue consciente en momento alguno de lo que hacía.
Su largo historial de sonambulismo le sirvió también para librarse, un par de años después, de la apelación en la Corte Suprema de Canada, donde fue absuelto de nuevo por los jueces. La única pena que se le impuso a Parks fue la de medicarse contra el insomnio para que no se repitieran sus impulsos asesinos nocturnos en el futuro.
El caso de Parks no es único, aunque los estamentos judiciales y médicos no se ponen nunca de acuerdo en este tema tan controvertido y delicado. Como ejemplos dispares están el de Scott Falater, de Arizona, que en 1999 apuñaló a su esposa hasta la muerte. Falater tenía un historial de sonambulismo comparable al de Parks y durante el juicio, en todo momento aseguró no recordar nada de lo sucedido. En este caso no le sirvió de mucho y fue condenado por el asesinado de su mujer.
En cambio, en 2007 el mecánico de la fuerza aérea británica Nick Walker, apodado por sus compañeros como “caminante nocturno” por sus hábitos noctámbulos, fue considerado inocente de la violación de una chica de 15 años durante una de sus salidas en la noche.
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Parks, a la salida de la Corte Suprema donde se ratificó su inocencia.
. (Supongo que por eso casi todos marineros fumarían en pipa).
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Hecho esto, se darán al ahogado gotas de agua de toronjil (hierba olorosa usada como remedio terapéutico para apaciguar los nervios, también se suele utilizar para aplacar cólicos digestivos), y se aplicarán a las plantas de los pies ladrillos calientes al tiempo que con una pluma de ave se le estimulará el interior de la boca”
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A pesar de lo extraño que pueda parecer, la fumigación de tabaco en los intestinos, a través del recto, no era una novedad. Ya a principios del siglo XVII, la practicaban los nativos americanos en Acadia (antiguas colonias de Francia en Canadá), llenaban una vejiga de cerdo, o una tripa gruesa, de humo de tabaco y, apretándola con sus manos, la vaciaban en el intestino del ahogado mediante una cánula.
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En la imagen se puede ver el fuelle que se utilizaba para la reanimación… Desde luego, si con esto no reanimaban al ahogado, terminaban de rematarlo
Los médicos europeos del siglo XVIII se entusiasmaron con esta práctica, opinaban que los intestinos, por su situación y organización, podían reavivar la sensibilidad casi perdida del todo y que, por lo tanto, la insuflación de algo áspero y caliente como el humo de tabaco era un socorro muy eficaz que se debía usar sistemáticamente.
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En este interesante pdf hay más información sobre el primer manual de socorrismo conocido, y como hemos dicho muchas veces aqui, afortunadamente, los tiempos cambian.