Hola, SOFIA.
De nuevo aquí.
Filólogos, lingüistas y estudiosos de las cosas de la lengua
señalaban antes - quiero decir hace ya algunos años - que
en rigor y con propiedad o, si quieres, Sofi, que si se utiliza
un lenguaje de más pureza y pulcritud, es mucho más correcto
decir ' voy por agua ' que decir 'voy a por agua'.
Cosas así leía yo cuando por simple y mera afición me gustaba
un poco saber alguna cosa más de la lengua de Castilla.
La razón para hacer esto era una de esas cosas que a todos
nos sucede cuando somos muchachos.
Tendría yo 18/19 años cuando pude conocer a una jovencita
francesa que vivía en París. Fue ella quien despertó en mí, sin
ella saberlo, un cierto interés por temas relacionados con la o
las lenguas.
Eran tiempos en los que conseguí mejorar notablemente la capa-
cidad de expresarme en francés. Gracias a ella, por supuesto.
Hoy todo es diferente. Todo ha cambiado. El francés lo he casi
olvidado.
Tengo la impresión, me parece, si bien no lo puedo asegurar, que,
a fecha de hoy, los académicos españoles son más permisivos y
'hacen la vista gorda' cuando oyen o leen 'voy a ir a por agua'
en vez de 'voy a ir por agua'.
En resumen y terminando, SOFI, es muy habitual usar en España
seguidas las dos preposiciones, A y POR.
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Hola, regiomontana.
Saludos.
JOLINES vendría a ser una interjección de valor múltiple.
Puede denotar fastidio, enfado y desaprobación y puede
también transmitir un estado de sorpresa, de incredulidad
e incluso de duda.
Con REDIEZ sucede más o menos lo mismo. Polisemántica
interjección también.
Posiblemente el sentido más generalizado con el que se usa
sería el de sorpresa.
Me temo, Scche, que con lo que acabo de decirte podrías
también tú entrar en un estado de confusión o inseguridad
muy similar al que padezco yo con ÓRALE.
BELLACO. Un bellaco es una persona de vil condición y de
mal obrar.
Sería lo mismo o muy parecido a traidor, tramposo, misera-
ble, truhán, etc.
PIROPOS. Pienso que a una mujer, sea española, sea mexicana,
sea venezolana o sea apátrida, se le pueden dirigir siempre pa-
labras hermosas. Un solo requisito deben cumplir esas palabras.
No ser ofensivas.
Por último, regia, a la altura de imbécil o estúpido colocaría yo
la palabra idiota.