Muchas veces en esta época he escrito algunas reflexiones sobre los orígenes de esta fiesta pagana, para recordarles que Halloween es una celebración contaminante, especialmente a los cristianos que aún caen en estas tradiciones, que no son escriturales. Pero esta preocupación no solo ha sido mía, porque algunos medios de comunicación han contribuido en gran manera al rechazo de esta fiesta conocida como Halloween o Fiesta de Brujas. Obviamente, las iglesias cristianas iniciaron esta campaña de concienciación espiritual, hace mucho tiempo.
Es muy alentador que la proyección que le ha dado la Prensa haya dado buenos resultados, porque ahora, la noche del 31 de octubre, dedicada al dios Samhain (señor de los muertos) ya no se celebra con tanta pompa en los clubs y en las fiestas familiares, como se hacía tiempo atrás. Esta fecha todavía es reconocida por los satanistas, como el inicio de un año nuevo para la brujería. Y es uno de los días más importantes para los seguidores de Satanás. Ahora son relativamente pocos los hogares que caen ingenuamente, o por ignorancia, en la práctica de estas costumbres y creencias, pero es preocupantes que aún sigan dejándose influenciar por el ambiente, más que por la advertencia, sobre el peligro de estas celebraciones, que conllevan un trasfondo “oscuro y de muerte”.
Desde luego, que Halloween, para los incrédulos e ingenuos, solo es un juego divertido, una noche de jolgorio, de disfraces grotescos y sorpresas… Lo malo es inculcar en las mentes y en el alma de los niños esta tradición anticristiana, fácil de pasar de un juego divertido e inocente a una celebración que profana el nombre de Dios, del Dios nuestro, del Dios de la Biblia. Tal vez lo hagan por ignorar las prevenciones bíblicas que atacan muy duro las tradiciones, como cuando Jesucristo dijo a los escribas y fariseos: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Y los llamó hipócritas. La Biblia está llena de advertencias sobre las costumbres que profanan el nombre de Dios y una de éstas es la fiesta de Halloween. Y yo pregunto a los padres de familia, a los jóvenes y a nuestros amados niños ¿para qué seguir practicando estas tradiciones? Estoy segura que estas reflexiones han venido contribuyendo al rechazo de Halloween y de algo han de servir estos comentarios para que los padres y los adultos ya no se entusiasmen más con disfrazar a sus hijos de diablos y murciélagos, de duendes y brujas. Para que no sigan contaminando las mentes inocentes de los niños con estas prácticas, recuerden que Halloween es una de las fechas más importantes para los seguidores de Satanás, que andan sueltos por los caminos del mal.
Claro está que para quienes las cosas de Dios no le merecen respeto, ni obediencia, ni credibilidad, continuarán disfrutando de esta fiesta, porque a esta gente poco le importa escuchar estos mensajes y algunos cristianos, que se autonombran así, hasta se atreven a defender estas y otras tradiciones que no agradan a Dios.
La armadura de Dios
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad,A)'> y vestidos con la coraza de justicia,B)'>
15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.C)'>
16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
FELIZ FIN DE SEMANA RECIBAN MI CARIÑO GRANDE
PROSPE.
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