Nunca pierdas la esperanza
Si el llanto te inunda la existencia, recurre a Dios,
en el ejercicio del bien, y hallarás a Dios en las entrañas
de tu propia alma, propiciándote consuelo.
Si sufres incomprensión, ayuda aun y siemprea los que
no te entienden y encontrarás a Dios,
en lo intimo de tu propio espíritu,
fortaleciéndote con el bálsamo de la piedad
por los que se desequilibran en la sombra.
Si te menosprecian o te injurian, guárdate en silencioen
el auxilio al prójimo, y sosprenderás a Dios,
en lo intimo de tus más intimos pensamientos,
prestigiándote las intenciones.
Si te golpean o censuran, cállate, edificando la felicidad
de los que te rodean, y Dios hablará por ti,
en la voz inarticulada del tiempo..
Y, si erraste, no caigas en desespero,
pero, trabajando y sirviendo, recibirás de Dios
la oportunidad de rectificación y de paz.
Sean cuales fueren las aflicciones y problemas que
te agiten el camino, confía en Dios,
amando y construyendo, perdonando y amparando siempre,
porque Dios, por encima de todas las calamidades y de todas
las lágrimas, te hará sobrevivir,
bendiciendote la vida y sustentándote el corazón.
Francisco Càndido Xavier/Meimei.
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