JOB EL JUSTO. AMAREMOS A DIOS EN LA ADVERSIDAD.
Si solo amamos a Dios cuando nos bendice, cuando todo va estupendamente, nuestra fe puede ser interesada. La prueba para un corazón habituado a la bendición de Dios por mucho tiempo es perderlo todo. Dios conoce si somos suyos o no y hasta donde podemos ser probados ante la petición de Satanás dentro de sus dominios temporales cuando nos pide para tentarnos y tratar de apartarnos de Dios. Es nuestra respuesta radical y sin doblez hasta la muerte, la que demanda Dios de nosotros. Por otra parte, cuando creemos que somos justos - que lo somos, cuando la Sangre de Cristo ha sido aceptada por nosotros por nuestro pecado - pero nos elevamos en nuestra propia justicia, pensando que por nuestros méritos, esfuerzos o santidad andamos en esa santidad, en la perfección, todo va muy bien en la vida, es entonces cuando el creyente ha perdido el norte espiritual, y su yo, su ego, se ha elevado, y aunque sea justo y santo, ha olvidado su dependencia de Dios, la necesidad de humildad delante de él, y delante de los hermanos; ahí el Señor no tiene más remedio que pasar al Job de turno por la prueba de su vida, la prueba completa. Todo perdido menos Dios. Luego que recupera la humildad las bendiciones sobreabundan. Sólo entonces podrá decir el creyente lo mismo que Job: ...De oídas te había oído, más ahora mis ojos te ven, por tanto me aborrezco... Job 42:5.
FELIZ FIN DE SEMANA QUERIDOS AMIGOS