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General: el amor
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: esperanzaotoñalcaribe  (Mensaje original) Enviado: 13/10/2014 00:55

Por mucho tiempo fui de las que creía que a pesar de las dificultades, tenía el completo conocimiento de dónde y cómo se mueve el mundo; siempre altiva ante los retos y sin nada de miedo cuando se trataba de seguir los designios del corazón. Y en una gran medida guardaba celosa aquello que entraba a mi mundo interno, dicen que si somos lo suficientemente inteligentes, logramos un balance entre las emociones y las razones, y de esa forma quedaremos protegidos de cualquier cosa externa que pretenda quitarnos esa propiedad del ser.

Debo admitir que, por muchos años sin que eso me haya privado disfrutar del amor y de la vida; logré tener ese balance al punto tal que creé un espacio donde solo entraba yo y nada más, así no debía asustarme con los cambios, las decepciones, los momentos poco agradables y protegía esa parte tan importante llamada corazón, cuando en realidad sin darme cuenta me estaba privando del valioso poder de crecer.

En oportunidades, el destino nos juega sus cartas sin que podamos ir en contra de ellas o sencillamente nos dejamos llevar por esos instantes mágicos que nos roban suspiros, y ellos mismos nos hacen llegar a lugares inimaginables. Puedo entender ahora después de muchas tempestades y días de sol, que el amor realmente es una fuerza transformadora tan inexplicable como inevitable; y quizás esa sea la experiencia que ha marcado mi vida y con la cual muchos se pueden identificar.

Cada quién es capaz de aprender de ella, mas esto es lo que yo he encontrado, desde el amor a nosotros mismos como al amor a nuestros padres, familiares y amigos, el amor a la vida, al tiempo, a lo que somos y por supuesto el amor hacia quien queremos nos acompañe hasta el final de nuestros días.

Siempre pensé en la misma medida, que Dios nos envía solo aquello que somos capaces de manejar, aunque nos parezca imposible, debemos admitir que el aprendizaje que de ello deviene depende de nosotros y así logramos transformarnos, movernos de sitio, cambiarnos de espacio; aceptar en esa medida el amor, en todas sus facetas. Y es así como le he dado este sentir a mi vida, no existe una definición del mismo y como sabemos, es reflejado y percibido de miles de formas, mas es en nuestro apego a esa definición que creemos entenderlo, cuando en realidad al salirnos de lo que conocemos es mucho más lo que aprendemos.

Al no dejarme caer ante las adversidades, al enfrentar los cambios, las decepciones, los fracasos, las inseguridades, las tristezas, la soledad y ¿por qué no? en algún momento haber dejado de creer en mí y pensar que siempre sería aquello que las caídas hicieron de mí, eso como conjunto me ha hecho comprender que no porque siempre seas de una forma, debes seguir así, que todos tenemos algo que mejorar, que todos tenemos algo de lo que no nos sentimos orgullosos, que todos tenemos la facultad de ser algo más de lo que creemos ser.

Quizás puede que muchos en algún momento hayamos pensado que nuestros errores nos definen y no hay nada más falso que esto, está en el perdonarnos y aceptar que hemos fallado donde reside lo que en verdad nos define; quien toma el coraje de reconocerlos, enmendarlos y seguir adelante es quien realmente gana la batalla.

Cuando confiamos nuestro mundo interior a otros que quizás jamás sabrán del valor del mismo no debemos culparlos ni exigirles, porque el valor se lo damos nosotros y con eso basta. Nunca sabemos de lo que somos capaces y la persona que podemos llegar a ser cuando nos damos la libertad de deshacernos de las creencias, cuando nos deshacemos del ego que maneja en que forma miramos a los demás y nos hace creer que lo sabemos todo, cuando nos deshacemos de lo que ya no nos sirve y abrimos paso a quien queremos ser.

Me dirán que suena muy bonito y yo les diré que es tan cierto cuando podemos observarnos cómo nos movemos en el mundo, ya que en vez de asumir la derrota como una pérdida, la asumimos como una ganancia y nos da la oportunidad de vaciar el contenido de ese conocimiento preestablecido y llenarlo con lo nuevo.

Llega un momento en que debemos detenernos y comenzar a ver el mundo desde otro ángulo, esto nos ayudara no solo a entender a los otros, sino también a crear la armonía interna para experimentar ese amor transformador. A través de mi lectura de los cuatro acuerdos, he descubierto en una gran mayoría cómo la felicidad es responsabilidad de cada uno, somos quien decide cómo sentirnos, cómo actuar, cómo responder ante situaciones.

Alguien una vez me otorgó el 90% de su felicidad, no puedo negar que en ese instante me sintiera tan importante al saber que representaba la felicidad de alguien a esa altura. Hoy sé que no le das a nadie esa responsabilidad, poner sobre sus hombros que tus sonrisas o tus lagrimas dependan de cómo otra persona actúe, no es amor, pues el momento en que eso no suceda entonces serás el motivo de su decepción, cuando en realidad absolutamente nadie tiene ese poder, solo tú, ya que como humanos fallamos.

Tenemos defectos, no siempre respondemos de la mejor manera y que eso afecte el 90% de esa felicidad, significa que al acabarse, se acaba el amor y el valor que le damos a esa persona, así de sencillo. Tú puedes compartir tu felicidad, puedes ayudar a alguien a encontrarla pero jamás se la puedes otorgar a nadie o algo, ella está en lo que tú haces y dejas de hacer en tu vida.

Por ello, a través de los cuatro acuerdos, he abierto mi mente a un mundo de posibilidades. He de reconocer que no es algo automático pero cuanto más lo empleamos en nuestro día a día, más natural resulta: Sé impecable con tus palabras, no te tomes nada personal, no asumas ni hagas suposiciones y por último, siempre haz lo mejor que puedas.

Con ello logramos apartar los conflictos, los dramas cotidianos, los preconceptos hacia los demás, pues en definitivas eso es lo que nosotros proyectamos, son el reflejo de nuestras propias acciones y a veces es tan sencillo cambiar las respuestas de otros hacia nosotros pero nos empeñamos en creer que tenemos la verdad de nuestro lado, cuando en realidad existen muchas verdades. Y querer hacernos poseedores de ese poder solo nos limita a presenciar cómo otras personas se transforman, aprenden, y llegamos a admirarlos por ese coraje de levantarse.

Así, como el amor transforma, nos alimenta, nos mueve hacia adelante. Por todo ello y más, ante la indiferencia, ama; ante la duda, ama; ante las críticas, ama; ante la pérdida, ama: ante el desamor, ama nuevamente; pues esto será lo que te dé los pequeños milagros de cada día y te mostrará el mejor camino a seguir cuando muchos otros parezcan intransitables.

 



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: LEO-MARI Enviado: 13/10/2014 13:08
DE LOS ERRORES VAMOS APRENDIENDO
 
Y POR SUPUESTO, AMAR, AMAR SIEMPRE
 
BUENA REFLECION
 


 
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