Algunas cuestiones básicas sobre el miedo
El miedo es una emoción. Una emoción que, como todas, tiene un lado positivo. Sin el miedo, acercaríamos nuestra mano al fuego y nos quemaríamos. El miedo nos ayuda a sobrevivir. A acechar los posibles peligros y actuar para evitarlos y así no perder algo que es valioso para nosotros: la vida, la integridad física, la salud, el equilibrio, la armonía, la estabilidad económica, la paz, la alegría o incluso la comodidad.
Nos alejamos de cosas que nos dan miedo. Es algo instintivo y natural. Detectamos algún peligro y nos protegemos.
Como todas las emociones, es preciso aprender a gestionarla, pues lo que está claro es que si tú no controlas la emoción, la emoción termina por controlarte a ti. Termina atrapándote y te puedes encontrar prisionero en una especie de cárcel emocional.
El miedo a no ser amados
Vamos a hablar en este artículo sobre un miedo en concreto: el miedo a no ser amados.
Este miedo nos hace desear "portarnos bien" o "ser buenos", para que los demás nos amen.
Porque el miedo a no ser amados trae el miedo al rechazo y el miedo a la opinión de los demás. Estos miedos corren paralelos y forman parte de lo mismo. Generalmente se originan en la infancia: en ese deseo constante de agradar a los padres.
Sin embargo, el problema no radica en nuestro deseo de ser buenos, pues eso es algo lógicamente deseable a nivel moral.
El problema radica en que ¿quién marca lo que es ser bueno y menos bueno o no tan bueno? El problema radica cuando esas reglas morales las marcamos en función de otras personas que no somos nosotros mismos y nos comportamos según sus reglas y no según las nuestras. Y nos observamos fingiendo y pretendiendo sentir lo que realmente no sentimos, lo que a la larga nos genera ira y resentimiento.
Estrategias incorrectas para ser amados
Generalmente, las personas que sienten miedo a no ser amados, optan por algunas de estas estrategias, cuya elección en la mayoría de los casos no es consciente:
- Optan por rogar amor para obtenerlo: con lo que se convierten en una especie de mendigos emocionales.
- Amenazan para obtener amor: con lo que se convierten en manipuladores emocionales.
- Complacen para obtener amor: es la máscara del agrado: dejas de ser tú mismo para ser lo que el otro desea que seas, y así te ame o no te rechace.
En todas estas estrategias, las personas que las usan parten de una premisa incorrecta: y es que el problema está fuera de ellos mismos, está en los otros y les dan a estos toda la responsabilidad y por lo tanto, todo el poder. Y cada vez que otorgamos a otros poder y responsabilidad sobre nuestras emociones, lo que en nosotros surge es ira, frustración y a veces culpa.
Como queremos desesperadamente escapar de ese miedo a no ser amados y al rechazo, pero no sabemos de qué forma, recurrimos generalmente a las estrategias antes mencionadas, que vuelven a apresarnos todavía un poco más, de forma que cada vez, la prisión es cada más grande y sus muros se vuelven más resistentes.
Además, si lo piensas, verás que cuando alguien te ama solo de esta manera, realmente no te está amando a ti como ser completo y genuino, sino que ama la máscara de ti que tú muestras. Pero no eres tú, sino una pequeña parte de ti que desea infinitamente ser amada. No ama al ser grande y libre que eres, sino al pequeño y prisionero que desea amor a toda costa.
Estrategias correctas para gestionar el miedo a no ser amados
El único modo de liberarnos de esta prisión, es aprender a gestionar el miedo primario que subyace: el miedo a no ser amados.
Aquí te presento algunas estrategias que quizás te resulten útiles:
- Si tienes miedo a ser amado, se consciente de ello. Acéptalo y decídete a poner remedio.
- Piensa de dónde te puede venir: generalmente es en la infancia donde comienzan nuestros temores.
- Piensa que no importa cómo hayas venido siendo y comportándote: hay otras posibilidades hacia las que dirigirte y en ti está transitarlas o quedarte donde estás ahora.
- Ten claro que siempre va a ver gente que te ame. Y siempre va a ver gente que no lo haga, por mucho que te esfuerces.
- Ten presente que un corazón lleno de miedo no es un corazón que ama plenamente: solo necesita plenamente. En los amores verdaderos hay ausencia de miedo. No hay necesidad, sino elección.
- Practica el desapego: es la puerta de entrada al amor pleno.
- Ama todo lo que puedas. Y si aún amando no obtienes recompensa, esa persona te estará haciendo un gran favor alejándose de tu lado, puesto que habrá personas que te entreguen su amor libremente y sin condiciones.
- No te encierres en ti mismo ni te aísles por miedo a no ser amado: arriésgate.
- Procura que te amen por lo que tú eres, no porque te portes bien. Así que no te preocupes tanto por portarte correctamente, sino por ser tú.
- Elige reglas morales y de comportamiento que sean solo tuyas y no de los demás. Antes de elegir entre una u otra acción, trata de ver si tú realmente quieres y sientes hacer eso y por qué.
- Plantéate siempre que te vengan recuerdos sobre criterios morales adquiridos, la conveniencia aquí y ahora de seguirlos. Cuestiónatelos, evalúalos.
En territorio desconocido: territorio de liberación emocional
Cuando dejes de portarte adecuadamente para que el otro te ame y empieces a seguir tus propias voces interiores y reglas propias de actuación y moral, te encontrarás con que se abre ante ti, una zona completamente desconocida, en la que las reglas anteriores que solías seguir, ya no tienen cabida: es una especie de liberación emocional. Y habrás empezado a derrumbar los muros de la prisión.
Es una zona de construcción y positiva, pero no te dará paz inicial, pues deberás construir nuevos pilares de ese hogar interior y mental desde los que edificar tu propio paraíso de liberación. Y te encontrarás con algo nuevo y desconocido por lo que transitar. Persiste y mantente firme. Adquirirás las habilidades a medida que vayas recorriendo el camino.
El mayor peligro del territorio desconocido
Generalmente la mente no te ayudará a seguir derrumbando los muros, pues la mente es traicionera y te sugerirá que vuelvas al redil una y otra vez: y te dirá: "no te estás portando bien, así no van a quererte". El miedo es poderoso y la mayor parte de las veces es mental, así que tendrás que esforzarte por combatirlo una y otra vez.
El mayor aliado del territorio desconocido
Arriésgate a no ser amado. Y no lo haces cada vez que te comportas de una forma que va en contra de cómo tú te sientes y cuando dejas de ser quien eres para ser lo que otros quieren que seas. Así que preocúpate de quererte muchísimo, tanto como para no traicionar nunca tus expectativas de ti y empezar a satisfacer expectativas ajenas, pues esto tiene un precio muy alto que es renunciar a ti, a tus propios criterios y a tus emociones propias. Y si continúas en este camino, seguirás dentro de la prisión.
Así que quiérete tú, porque tú eres una prioridad para ti.
Y repítete siempre: "que tú me ames no es tan importante como que yo me ame"