Mi inolvidable y muy querida amiga de Nuevo León,
hoy, como siempre ha sucedido, me es muy grato
leerte y volver a saludarte.
Reina de las Américas, ni tú, ni Leonor María ni yo
estamos hablando de la misma letra G.
Por supuesto, leonesa del alma, que sé pronunciar
igual que tú palabras como 'gota', 'gato', guato (palabra
que me es nueva y que de ti tuve el placer de aprender) o 'gesto'.
Sé también pronunciar de la misma manera que lo
haces tú palabras como geografía, geometría, geo-
logía o el nombre SERGIO. Faltaría más, otra cosa
faltaría, naturalmente que sé y puedo.
Pero, pero, ... la letra G castellana - o mucho me-
jor dicho el fonema G castellano - no se pronuncia
del mismo modo en que lo hacen los portugueses, los
italianos, los franceses o los ingleses.
Tú, Gran Dama de Monterrey, que vives no lejos de
EE.UU., habrás seguramente oído en las radios o tele-
visiones mexicanas alguna noticia relacionada con un
tipo norteamericano de nombre Gerald Trump y te ha-
brás dado cuenta que esa G no es la misma G que em-
pleamos cuando hablamos en castellano o español.
Muy 'original' ese tal Gerald Trump.
Por cierto, se escribe 'original ' en castellano y se escri-
be 'original ' en inglés. Cambia bastante la manera de pro-
nunciar original de una a otra lengua, además de ser pa-
labra esdrújula en inglés y aguda en castellano.
Muy, muy cordial saludo, Sccherezada.