La vida es inmensa, y cuando nos asomamos a su horizonte perdemos el habla.
¡Ayúdame a mirar!
Tú que vives conmigo, que has caminado por donde yo no he caminado todavía,
que has visto lo que yo aún no he visto,
que tienes ya reflejado en tus pupilas el azul sin límites del misterio de la vida,
que sabes callarte ante el mar y dejar que su grandeza te penetre con murmullos de eternidad:
¡Ayúdame a mirar!.
Solo quiero ver. Abrir bien los ojos y el alma y todos los sentidos y el cuerpo entero para ver
con todo mi ser la realidad apasionante que tengo ante mí.
Quiero llenar mi organismo con la presencia del mar.
Quiero llevármelo tierra adentro, vida adentro, conciencia adentro,
para que se me ensanchen para siempre las orillas del alma.
ayúdame a abarcar con la mirada agradecida todo este océano
que es la vida de orilla a orilla, de nacimiento a eternidad.
De pie a mi lado sobre la playa de nuestra amistad, ¡ayúdame a mirar!
Me gustó y se los envío. Mara.