Gobierno y comunidades autónomas han presentado el nuevo plan sobre vigilancia en salud pública con el objetivo de avanzar hacia una etapa de “transición” tras la crisis del covid. El objetivo es mantener la secuenciación del virus para evitar “cambios negativos en el curso de la pandemia”, si bien el seguimiento se producirá de forma “individualizada” en casos graves y poblaciones en riesgo de exclusión social.
Tras el Consejo Interterritorial que se ha celebrado este jueves en Zaragoza, la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, ha explicado que la estrategia pasa por “reorientar” la vigilancia centinela “que ya se utilizó para la gripe”.
“Es una vigilancia más sostenible en el tiempo, más eficiente para los profesionales. Puede aportar una información de gran valor de la evolución de las infecciones y cuáles son los patrones de la enfermedad grave”, ha detallado.
Todavía es una incógnita cuándo finalizará la obligatoriedad de la mascarilla en interiores, un asunto que finalmente no ha entrado en el orden del día del Interterritorial. “Todo apunta a que el cuándo está cada vez más cerca, pero para nosotros es tan importante el cuándo como el cómo. Cuando eso se produzca lo daremos a conocer”, ha informado la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
La pandemia del COVID-19, que ha causado una profunda conmoción en nuestras economías y sociedades, ha subrayado la dependencia que la sociedad tiene de las mujeres, tanto en primera línea como en el hogar, al tiempo que ha puesto de manifiesto las desigualdades estructurales en todos los ámbitos, ya sea el económico, el sanitario, o la seguridad y la protección social. En tiempos de crisis, cuando los recursos escasean y la capacidad institucional se ve limitada, las mujeres y las niñas se enfrentan a repercusiones desproporcionadas con consecuencias de gran alcance que no hacen más que agravarse en contextos de fragilidad, conflicto y emergencia. Los avances logrados con gran esfuerzo en materia de derechos de las mujeres también se encuentran amenazados. Responder a la pandemia no sólo requiere rectificar desigualdades históricas, sino también construir un mundo resiliente para el interés de todas las personas, con las mujeres como sujeto de recuperación. Descubra los diferentes efectos que se exponen a continuación y responda al cuestionario para poner a prueba sus conocimientos. Para obtener más información sobre este tema, visite la página web dedicada de ONU Mujeres —con noticias, recursos y demás información— y conozca cuál es nuestra respuesta.
Should children with underlying health conditions (asthma, diabetes, obesity) return to school?
Whether a child should go to school depends on their health condition, the current transmission of COVID-19 within their community, and the protective measures the school and community have in place to reduce the risk of COVID-19 transmission. While current evidence suggests that the risk of severe disease for children is lower overall than for adults, special precautions can be taken to minimize the risk of infection among children, and the benefits of returning to school should also be considered.
Current evidence suggests that people with underlying conditions such as chronic respiratory illness including asthma (moderate-to-severe), obesity, diabetes or cancer, are at higher risk of developing severe disease and death than people without other health conditions. This also appears to be the case for children, but more information is still needed.
Las máximas autoridades sanitarias españolas, con la ministra Carolina Darias a la cabeza, vienen advirtiendo en los últimos días de que la pandemia no ha acabado todavía aunque haya quedado eclipsada a nivel mediático por la invasión de Rusia. Ejemplo de ello es el surgimiento de una nueva variante, la llamada Deltacron, cuya presencia en países de Europa como Francia, Dinamarca y Alemania ha sido ya confirmada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una variante que aparece en un contexto de incremento de la incidencia covid en algunos territorios europeos. En Alemania, de hecho, ha notificado una cifra récord de contagios con 198.888 nuevos casos en la última semana. Fuera del territorio comunitario, China afronta también su peor brote de coronavirus desde el inicio de la pandemia.
Al entrar en el tercer año de la pandemia, el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, se está propagando entre las personas a un nivel intenso en todo el mundo. Hay muchos factores que están impulsando la transmisión. Uno de ellos es la aparición de variantes preocupantes altamente transmisibles, la última de las cuales es la variante ómicron. El virus sigue evolucionando y el riesgo de aparición de variantes en el futuro es alto.
Aunque la pandemia de COVID-19 está impulsada por la transmisión de persona a persona, se sabe que el SARS-CoV-2 también infecta a especies animales. Los conocimientos actuales indican que la fauna silvestre no desempeña un papel importante en la propagación del SARS-CoV-2 en los seres humanos, pero la propagación en las poblaciones animales puede afectar a la salud de estas poblaciones y facilitar la aparición de nuevas variantes del virus.
Se ha observado hasta la fecha que, además de animales domésticos, hay animales salvajes en libertad, en cautividad o criados en granjas, como grandes felinos, visones, hurones, ciervos de Virginia de América del Norte y grandes simios, infectados por el SARS-CoV-2. Por el momento, se ha demostrado que los visones de granja y los hámsteres de compañía pueden infectar a los seres humanos con el SARS-CoV-2, y actualmente se está estudiando un posible caso de transmisión entre un ciervo de Virginia y un ser humano.
Casi 30 millones de personas estaban confinadas en China el martes (15.03.2022) ante el mayor brote de COVID-19 en dos años, que llevó a las autoridades a realizar pruebas masivas a una escala que no se había visto desde el inicio de la pandemia.
El país reportó el martes 5.280 casos positivos en las últimas 24 horas, la cifra más elevada desde la primera ola de la pandemia a principios de 2020, según datos de la Comisión Nacional de Salud (CNS). Al menos 13 ciudades chinas enfrentan confinamientos totales y varias otras tienen cierres parciales.
Mediante draconianas restricciones, el país consiguió contener las infecciones después de la primera ola a finales de 2019 en la ciudad de Wuhan, pero enfrentó recientemente múltiples brotes vinculados a la llegada de la variante ómicron.
La pandemia del COVID-19, que ha causado una profunda conmoción en nuestras economías y sociedades, ha subrayado la dependencia que la sociedad tiene de las mujeres, tanto en primera línea como en el hogar, al tiempo que ha puesto de manifiesto las desigualdades estructurales en todos los ámbitos, ya sea el económico, el sanitario, o la seguridad y la protección social. En tiempos de crisis, cuando los recursos escasean y la capacidad institucional se ve limitada, las mujeres y las niñas se enfrentan a repercusiones desproporcionadas con consecuencias de gran alcance que no hacen más que agravarse en contextos de fragilidad, conflicto y emergencia. Los avances logrados con gran esfuerzo en materia de derechos de las mujeres también se encuentran amenazados. Responder a la pandemia no sólo requiere rectificar desigualdades históricas, sino también construir un mundo resiliente para el interés de todas las personas, con las mujeres como sujeto de recuperación.
Vacunación Covid-19, "segura" en personas con antecedentes de miocarditis
Un pequeño estudio ha demostrado que la vacunación contra el SARS-CoV-2 en pacientes con antecedentes de miocarditis no está asociada con una recurrencia de la afección u otros efectos secundarios graves. La investigación se presenta en un congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC). Los investigadores del estudio han explicado que "la mayoría de los pacientes recibieron la vacuna de ARNm BNT162b2, la vacuna de Pfizer, y por lo tanto, es posible que los hallazgos no se apliquen a otras vacunas".