Pensamiento del martes 5 de abril de 2011. "Dios, cuando nos creó, nos dio todo lo que necesitamos para alimentar nuestro cuerpo físico, nuestro corazón, nuestro intelecto, nuestra alma y nuestro espíritu. Entonces, ¿por qué tanta gente se siente pobre y miserable? Porque no saben cómo extraer estos elementos sutiles. Y además, ¿cómo lo harían? No los ven, no los sienten, ¿cómo podrían beneficiarse de ellos? La única cosa que son capaces de hacer, es quejarse: les falta esto, les falta aquello… Todo está a su disposición, pero siguen viviendo en la pobreza porque son ciegos, débiles y perezosos. Son ellos quienes se limitan: se contentan con comer, beber, respirar, es decir alimentarse de elementos sólidos, líquidos y gaseosos, y dejan de lado el cuarto elemento: el fuego, la luz, que es lo que más necesitan para mantener la vida, la alegría y la inspiración en ellos, lo que les aportará la plenitud. Diréis: «¿Pero cómo alimentarse de este cuarto elemento, dónde encontrarlo?» Contemplando por la mañana la salida del sol. Es allí donde aprendemos a comer el fuego y a beber la luz." Omraam Mikhaël Aïvanhov
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