LA ANALOGIA
El Sello Salomónico. La realidad, siendo una y universal, se presenta sin embargo a nuestros ojos como múltiple y fragmentaria, particular, efímera y limitada. Esta visión de "superficie" implica de hecho una dualidad que conviene resolver, ya que como tal no podría realmente subsistir, estando en sí misma dividida. Las analogías y correspondencias simbólicas son los lazos que permiten articular, dentro de una misma esfera inteligible, dos realidades, estados o mundos aparentemente dispares e inconexos. La conocida figura del Sello Salomónico o Estrella de David sintetiza esotéricamente esta realidad, el despliegue integral del cosmos a través de la cópula indisoluble de los dos aspectos polarizados y complementarios de una misma entidad Universal. La proyección triangular de los principios universales del Ser (triángulo superior) en el "espejo de las aguas" o substancia universal (triángulo inferior) produce la "reflexión cósmica" de todas sus posibilidades existenciales, el mundo en su indefinida variedad y continuidad.
En el caso del símbolo de la cruz, la oposición de los dos triángulos, que en el fondo es una complementación en donde se resuelven las contradicciones, se produce dos a dos, dando lugar a las leyes de la simetría en el hombre y el cosmos.
Las interrelaciones de los símbolos entre sí, promueven procesos mentales, en los que se generan códigos para la comunicación, vale decir para la recepción y transmisión de mensajes, dando lugar al discurso del mundo y el hombre.
Señalaremos también que el Sello Salomónico lo encontramos presente en tradiciones tanto de Oriente como de Occidente, y en la Tradición Hermética es uno de los símbolos que mejor grafican la conocida sentencia de la Tabla de Esmeralda, fundamento de las leyes de la analogía y las correspondencias: "lo que está arriba es como lo que está abajo, lo que está abajo es como lo que está arriba". Aunque habría que tener en cuenta una preeminencia jerárquica de lo de arriba (el Cielo) con respecto a lo de abajo (la Tierra), pues como hemos dicho el triángulo inferior (invertido) es un reflejo del triángulo superior (recto).
Cabalísticamente el valor numérico de este símbolo es 6 (3 + 3), lo cual lo pone en relación con la sefirah Tifereth, que como sabemos constituye el corazón y el centro del Arbol de la Vida, pues en ella confluyen, se entrelazan y equilibran las energías de las restantes sefiroth. Por ello, también se lo considera un símbolo de la armonía y de la síntesis, que se hacen presentes en nuestro interior cuando nos abrimos a las verdades eternas y nos dejamos fecundar por ellas. Recordaremos, en este sentido, que el triángulo invertido de este "Sello" es precisamente uno de los símbolos del corazón y de la copa, recipiendarios de los efluvios celestes.
P. Agartha