"Cuánta gente rechaza la religión y la moral porque predican la renuncia , el sacrificio y ¡no tienen ningunas ganas de renunciar y sacrificarse ! Pero ¿por qué? Porque todavía no han comprendido bien el significado ni los beneficios que pueden obtener de ello. La renuncia no es una privación. Renunciar es sólo desplazarse, es decir hacer en un plano superior lo que hasta entonces se hacía en un plano inferior . Por ejemplo: en lugar de seguir bebiendo agua de las ciénagas donde pululan microbios, simbólicamente hablando, os acostumbráis a beber agua de una fuente pura y cristalina. No beber es la muerte. Aqu él que dice: «Ya no beberé más» se seca y muere. Es el agua de las alcantarillas la que debe renunciar a beber, con el fin de beber el agua celestial."