NEMAMIAH
Dios loable.
Plegaria
NEMAMIAH: Dios Loable.
Vosotros que teméis al Eterno, confiad en Él, que es su socorro y su coraza.
NEMAMIAH: Si he de dirigir la estrategia de las batallas,
que el Amor y la Belleza sean, Señor, mi objetivo.
Ayúdame, NEMAMIAH, para que en mí no haya otro designio
que el de construir en la Tierra
el arquetipo que ya existe en el cielo.
Dame valor para afrontar mis responsabilidades,
y lucidez para hacer las cosas a su tiempo
y no anticipando las etapas.
Quiero luchar por la Tierra Prometida,
pero guárdame, Señor,
de la tentación de entrar en ella
anticipadamente.
NEMAMIAH exhorta:
El Eterno me ha puesto en esta morada zodiacal
para ayudar a los hombres a construir su mundo futuro.
Yo armaré tu mano, peregrino,
para que luches por un Edén terrenal,
por un paraíso pasajero en el que los hombres puedan descansar
y entrever las maravillas de ese otro Paraíso, el eterno,
el que existe en esferas más elevadas
y que puede ser percibido en sueños.
Tu lugar es el campo de batalla, no el paraíso mismo;
mantente en el umbral, peregrino, la espada en la mano,
porque en tu lucha el discernimiento debe ser lo esencial.
Tú debes ser el que aporte los materiales preciosos,
el que haga cortar los cedros del Líbano,
para que otros construyan el jardín.
Después de tu batalla,
sobrevendrá una gran paz;
no pretendas instalarte en ella.
Tu papel es solamente el de hacer posible esa paz.