Los sonámbulos

Por el Dr. H. Spencer Lewis, F.R.C.

Son muchas las historias fantásticas que escuchamos acerca de los sonám­bulos, las personas que caminan dormidas, por la noche, y acerca de lo que hacen en ese estado, y en el cinematógrafo vemos a veces escenas exageradas acerca de esto. Pero no debemos juzgar a todos los sonámbulos por lo que vemos u oímos decir. Es cierto que algunas personas pueden le­vantarse a media noche y caminar dor­midas e ir a la cocina y abrir la re­frigeradora, sacar algunos alimentos, comerlos y regresar luego a la cama sin recordar nada al día siguiente.

O pue­den también salir de la casa y caminar por los alrededores o llevar a cabo algún pequeño trabajo y regresar luego a la cama, sin recordar nada tampoco. Al­gunas veces, alguna cosa de la casa los inquieta y los hace levantarse y arreglar lo necesario, sin despertarse.

En un caso, una mujer que estaba preocupada por una gran suma de dinero que había recibido en el día, se levantó dormida, bajó las escaleras y sacó el dinero que tenia escondido en un sitio y lo puso en otro. Durante tres días, después, no pudo encontrarlo y no recordaba que lo había cambiado de sitio. La familia se inquietó mucho y todos estuvieron a punto de llamar a la policía para que hiciera investigaciones, cuando una noche, se levantó ella nuevamente, haciendo ruido y despertando a los demás, que la siguieron y vieron como sacaba el dinero del nuevo escondite y se disponía a colocarlo en otra parte.

Ahora bien,. el estado físico y mental de los sonámbulos no es un estado pura­mente psíquico. En realidad nada tiene que ver el elemento psíquico con todo esto. Se trata, simplemente, de un estado "fronterizo" entre la vigilia y el sueño. La mente subjetiva está parcialmente despierta y parcialmente dor­mida, y lo mismo sucede con la mente objetiva.

Resulta interesante observar que estas personas tienen concien­cia de lo que están haciendo, mientras están en este estado especial de con­ciencia a medias, y, por lo tanto, no hacen ninguna cosa que sea perjudicial para el propio individuo ni para otras personas, y sus acciones están mas o menos coordinadas o son concordantes con sus actividades del día.

Natural­mente, las preocupaciones que tengan o que mentalmente los asalten, se reve­larán probablemente en lo que hacen durante el sonambulismo natural. Pero no recuerdan nada cuando están des­piertos, de lo que hicieron durante ese extraño período. Sin embargo, durante una segunda etapa de sonambulismo pueden recordar algunas de las cosas que hicieron durante el período anterior en que caminaron dormidos.

Muy a menudo tales personas desco­nocen completamente las cuestiones psí­quicas y, generalmente, no son personas psíquicamente desarrolladas ni están prontas o listas para ninguna experien­cia psíquica verdadera.

La causa de su estado especial es mental y no psíquica, o puede ser par­cialmente mental y parcialmente física, impidiéndoles dormir debida y profun­damente. La cura está en la alimentación adecuada y en la respiración co­rrecta, y en el mejoramiento de la salud general, lo mismo que en acabar con preocupaciones que pudieran ser muy profundas y perjudiciales.

Pero experiencias como estas de caminar dormido no deben relacionarse con experiencias psíquicas de ninguna clase.