Según el pensador Andrew Matthews, éste es el epitafio que se puede poner en la tumba de algunas personas:"Aquí yace uno que iba a ser feliz mañana. Nacido en 1958 y muerto en 1994. Paz en su tumba". Y en la lápida de otras personas se podría también escribir: "No disfrutó el presente por quejarse del pasado".
Es muy importante que aprendamos a valorar el hoy porque en él está la vida. Sólo somos dueños de un ahora que se escapa. El presente es nuestro tesoro y sólo lo aprovechamos al máximo si estamos en paz con nuestro pasado y serenos ante el porvenir. Vivir el HOY supone desterrar del alma el rencor, el odio, y los sentimientos dañinos de culpabilidad. Gracias a Dios podemos mirar el ayer con serenidad si nos servimos del poder sanador del perdón.
Vivir el HOY implica evitar las preocupaciones del futuro, no con angustias, sino con esperanza y alegría. De nosotros depende aprovechar cada ahora sin aplazar la felicidad. Que no se diga de cada uno de nosotros: "Aquí yace uno que iba a ser feliz mañana".