
MÉTODO UNIVERSAL PARA MEDITAR SOBRE LOS
CUARENTA EMBLEMAS ROSACRUCIANOS
1.CONTEMPLACIÓN: una vez al día, durante cinco minutos, contemplen la imagen del Emblema . No deben pensar en nada, solamente deben contemplar la imagen y permitir que sus detalles pictóricos se graben en su memoria.
2.VISUALIZACIÓN: a continuación, cierren los ojos y durante tres minutos, mantengan en su mente la imagen que previamente habían contemplado. Esto fortalecerá su memoria y su poder de visualización.
3.ORACIÓN: cada Emblema tiene una Oración específica, que debe ser pronunciada mentalmente o en voz baja, a elección del estudiante.
4.CREACIÓN: durante otros tres minutos, el estudiante procederá a crear una Forma de Pensamiento en armonía con el Emblema contemplado. La Forma de Pensamiento debe estar impregnada con las emociones despertadas por la Oración en el fuero íntimo del estudiante.
5.PROYECCIÓN: con los ojos cerrados, colocará su palma de la mano derecha sobre su corazón, visualizará el Mundo, inhalará muy profundamente y al exhalar, enviará al Mundo la Forma de Pensamiento creada.
¡KARMA, DESTINO, FATALIDAD! Parece decirnos CRUCIFIGOR. Estamos clavados a la Cruz de los Cuatro Elementos: Aire, Tierra, Agua y Fuego. Nuestro cuerpo físico es la Cruz en la que está crucificada el Alma, simbolizada por el Corazón. Cada madero de la Cruz tiene una letra que corresponde al nombre IESU, JESÚS. El Este de la Cruz corresponde al Oriente de las Logias. El Oeste de la Cruz corresponde al Occidente de las Logias. En las Logias se ingresa tradicionalmente por la puerta de Occidente. Es decir, por la puerta de la encarnación en la materia. Ese madero de Occidente es el que está anclado o clavado en la tierra. Por otra parte observen que el madero de Occidente está penetrando en la Tierra, a través de su corteza. Está “visitando el interior de la Tierra”. Los clavos que se encuentran en cada dirección cardinal del espacio representan los dolores y aflicciones que nos rodean en todas partes. También significa que es únicamente mediante el dolor, o mejor dicho, del aprendizaje que nos deja el enfrentarnos al dolor, como el Alma es purificada y santificada, lo cual está representado por las dos manos Divinas que forman un triángulo por encima del madero de Oriente. Los clavos que atraviesan el Corazón clavado en la Cruz representan la Corona de Espinas y los clavos de las muñecas y pies de Cristo. Este poderoso Emblema nos revela que la Vida es un martirio, pero que también es el método por el cual llegamos a Dios. Nos enseña la virtud de la Paciencia, pues sabemos que deberemos soportar las pruebas y aflicciones que son comunes a los mortales. Cada vez que sintamos que nuestras fuerzas desfallecen, que el sufrimiento parece ser insoportable y excesivo, pensemos en Cristo Crucificado y en nosotros mismos crucificados. Pues la oración de Galatas nos lo advierte: en Cristo estamos crucificados, porque los Iniciados hemos adoptado la decisión de ser COLABORADORES de Cristo, y estamos sujetos entonces, a seguir sus pasos y sufrir sus dolores, sus penas y tormentos.
XIV-CRUCIFIGOR: “Yo soy Crucificado”

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ORACIÓN DE CRUCIFIGOR
Galatas 2:20
“CON CRISTO ESTOY JUNTAMENTE CRUCIFICADO, Y YA NO VIVO YO, MAS VIVE CRISTO EN MÍ; Y LO QUE AHORA VIVO EN LA CARNE, LO VIVO EN LA FE DEL HIJO DE DIOS, EL CUAL ME AMÓ Y SE ENTREGÓ A SÍ MISMO POR MÍ”.
Crucifigor: “Yo vivo, en verdad, mi vida y mis suspiros son dirigidos hacia los cielos: con cuanta frecuencia, Cristo, yo soy clavado en Tu cruz”.


