Pensamiento del miércoles 25 de abril de 2012.
"De todos es conocido que la palabra es un arma de doble filo. Puede iluminar, ayudar, liberar, pero también esclavizar, herir, masacrar. Cuantas personas, después de haber demolido a alguien con sus reproches y sus recriminaciones, se muestran muy satisfechas de ellas mismas y se justifican diciendo: «Pero, yo he dicho esto por su bien. Es lo que tenía necesidad de oír. Sólo he sido sincero.» En realidad, son ellas por encima de todo las que han sentido la necesidad de expresar su irritación, su descontento, y toman el bien de los otros y la sinceridad como pretextos. ¿Por qué sólo dominados por la ira algunos se muestran, digámoslo así, sinceros? ¡Qué se analicen un poco! Pueden dar todas las buenas razones que quieran: en tanto que el móvil no sea verdaderamente desinteresado, espiritual, los humanos no podrán nunca producir, mediante sus palabras, efectos benéficos sobre los demás. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov |