Pensamiento del jueves 27 de diciembre de 2012. "La alegría, podemos sentirla en diferentes ocasiones, pero es en el acto de crear que experimentamos las alegrías más grandes, porque creando nos acercamos a la esencia misma de Dios. Dios crea, y el ser humano que está hecho a su imagen es capaz también de crear. Efectivamente, no hay ningún parecido entre las creaciones humanas y la creación divina, pero en el principio, no hay ninguna diferencia: el hombre es creador como Dios. Y puesto que la alegría más grande está en el acto de crear, ha sido a los artistas a quienes les ha sido dado el placer de saborear las más grandes alegrías. Diréis: «¿Y los sabios, y los místicos?» En la medida que los sabios y los místicos son creadores, pueden, evidentemente, experimentar también grandes alegrías como los artistas. Podéis discrepar diciendo que habéis conocido a muchos artistas desgraciados. Sí, efectivamente, pero hay que comprender: cuando se habla de la alegría del artista, es aquella que experimenta por el hecho mismo de crear, esta alegría que da el acto de la creación. Y por «artista», podemos entender también cualquier ser humano que cree algo con sus manos, o mediante el sentimiento, el deseo o el pensamiento. " Omraam Mikhaël Aïvanhov |