Pensamiento del lunes 18 de febrero de 2013.
"Un Maestro instruye a sus discípulos mediante la palabra, pero les instruye también en el silencio. Cuando les habla, va hacia ellos, y cuando guarda silencio, son los discípulos que han de ir hacia él para intentar alcanzar sus pensamientos, para unirse a él en las regiones alejadas donde su alma vive y respira. He aquí un ejercicio para hacer: intentad uniros a vuestro Maestro, seguirlo en el espacio, subir, elevaros hasta el plano mental superior, el plano causal. El silencio de un Maestro puede instruir al discípulo tanto como sus palabras. Aquí, es su alma la que recibe: ella ve, ella siente, ella graba los pensamientos del Maestro. Si no sabe de inmediato lo que su alma ha captado, es porque necesita tiempo para que su cerebro se impregne de ello. Pero un día, más adelante, le vendrán pensamientos, hará descubrimientos y tendrá reminiscencias de las que incluso desconocerá su origen. Simplemente será algo que hace tiempo captó junto a su Maestro. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov |