"Todos habéis oído decir lo
importante que es lavarse a menudo las manos, pues es a través de las manos
que se transmiten muchas enfermedades. Pero esto no debe limitarse al
plano físico. Cada uno transmite también a través de sus manos todas las
emanaciones de su vida psíquica, sus pensamientos, sus sentimientos, sus
deseos. Cada línea de la mano es comparable al lecho de un río por donde
corre un agua más o menos pura, y raras son las manos que atraviesan
solamente aguas cristalinas. Para que la vida pura circule a través de
nuestras manos, no basta evidentemente con lavarlas a menudo. Pero el hacerlo
puede contribuir si, al mismo tiempo que las sumergimos en el agua,
intentamos elevarnos con el pensamiento hasta las regiones de las aguas
espirituales. "