EL VIAJE A ORIENTE

 Hermann Hesse

Continuación... (6)

-La Noche Oscura del Alma- (1)

“Esto me apenó; sin embargo, aquellas jornadas estaban tan llenas de acontecimientos, que olvidé éste con sorprendente prontitud. Pero reapareció algo después, cuando ninguno de nosotros se acordaba ya de él, cuando en varias aldeas y pueblos por los cuales pasamos, oímos a las gentes hablar de aquel mismo mozo. Había un joven (y lo describieron con precisión y lo nombraron) que nos buscaba por todas partes. Primero había contado que era de los nuestros y que, habiéndose demorado en la marcha, se extravió; pero enseguida llorando, confesó que nos había sido infiel y había huido, mas advirtiendo ya serle imposible vivir fuera de la Orden, le era absolutamente necesario encontrarse con nosotros para, echado a los pies de los Jefes, implorarles perdón. Esta historia nos fue contada un poco en todas partes. Cuando llegábamos a algún sitio, el desdichado acababa de irse. Preguntamos al Orador qué pensaba de esto y qué resultaría: “No creo que nos encuentre” dijo. Y no nos encontró, ni hemos vuelto a verle.

“Un día, uno de los Jefes tuvo conmigo una conversación familiar; junté valor y le pregunté por aquel hermano infiel. “Se arrepintió” dije; “nos busca; debemos ayudarle a reparar sus faltas y, en consecuencia, será el más fiel de todos”. El Jefe declaró: “Alegría será que nos encuentre. Nada podemos hacer por ayudarle. Por su culpa le será difícil volver a la fe; temo que no pueda vernos ni reconocernos aunque pasáramos a su lado. ¡Está ciego! El arrepentimiento sólo no sirve para nada. Con el arrepentimiento no se compra la Gracia. No se la puede comprar de ninguna manera. A muchos les aconteció lo mismo. Grandes y célebres hombres conocieron el destino de este mozo. Una vez, en su juventud, la Luz brilló para ellos; una vez fueron visionarios y siguieron la estrella; pero entonces llegaron la razón y la burla, la pusilanimidad, los aparentes contrastes, la fatiga, la desilusión, y se extraviaron de nuevo, volvieron a estar ciegos. Cierto que durante toda su vida no cesaron de buscarnos sin poder hallarnos. Entonces dijeron al mundo que nuestra Orden no pasaba de ser una amable leyenda por la cual ellos no se habían dejado extraviar. Otros se convirtieron en violentos enemigos e hicieron a la Orden cuanta afrenta y mal pudieron”.

-La Comunidad de la Luz- (2)

“Días de gran fiesta fueron los del encuentro en nuestro camino con otros grupos expedicionarios: formábamos entonces, a veces, un campamento de centenares de peregrinos, de miles en ocasiones. En efecto, avanzábamos con orden inmutable para formar columnas más o menos autónomas y crecientes, todas en la misma dirección. Muy pronto innumerables grupos se ponían en camino al mismo tiempo, en pos cada uno de su Jefe y de su estrella, dispuestos a fundirse en una unidad mayor y a seguirla por algún tiempo, pero siempre listos para proseguir su ruta luego de recobrada la libertad. Más de uno caminaba aislado; yo mismo llegué a marchar solo cuando algún signo o llamado me atraía hacia una vía solitaria.

(Continuará...)

CLAVES MÁGICAS:

1. -La Noche Oscura del Alma- En la literatura Rosacruz se encuentran frases alusivas a un período psicológico negativo que afecta a los Iniciados, y que es fruto de su estado evolutivo espiritual. Ser Iniciado no significa ser Adepto, es decir, ser Iniciado solamente significa que un hombre o una mujer se ha introducido en una Orden Iniciática, mediante ciertas y determinadas Ceremonias para INICIAR su aprendizaje espiritual. Por eso podemos decir que – según este concepto – existen muchos Iniciados pero solo muy pocos ADEPTOS. El estado de dolor, frustración, desencanto, negatividad, desilusión – por usar apenas algunos adjetivos que muestran las diversas sensaciones anímicas de los Iniciados – es parte de la PRUEBA INICIÁTICA. Al ingresar en una Orden Iniciática, el alma acepta una carga que consiste en tratar de adelantar su sendero evolutivo, y esto solo puede hacerse enfrentando mayores dolores, mayores sufrimientos, mayores conflictos. Pues el Alma se templa y se transmuta al enfrentarse con las pruebas de la vida. Este estado psicológico afecta a todos los Iniciados, y únicamente luego que se ha superado este estado, el Iniciado puede progresar en su camino espiritual, hacia el “Estado de Rosacruz” o ADEPTADO. Además del término simbólico de “Noche Oscura del Alma”, este momento negativo de la personalidad recibe el nombre de “Misterio de la Aridez”, “Estado Negro de la Materia”, “Hijos de Israel en el Desierto”, “Viaje a través del Hades” y “Muerte del Tártaro”. Ustedes encontrarán en diversa literatura mística otras denominaciones que describen este singular estado anímico. Volviendo al ejemplo del joven que había sido iniciado en la Orden, pero que “devolvió su anillo”, “pisoteó su juramento”, “volvió a sus antiguos Maestros” y “olvidó el Secreto de la Orden”. Al romper voluntariamente el vínculo con el Egregor, casi es imposible retornar EN ESTA VIDA. Y cualquiera que tomara tal decisión se habría puesto en la situación de ese joven desdichado, que aún arrepintiéndose, no puede volver a encontrar la Orden. Deberá esperar la próxima encarnación, para que una nueva oportunidad se le presente y entonces sí, pueda tal vez continuar el sendero en el mismo punto en que lo abandonó en su anterior vida. El Orador de la Orden dijo, refiriéndose a este joven: “¡Está ciego! El arrepentimiento sólo no sirve para nada. Con el arrepentimiento no se compra la Gracia.” ¿Qué fue lo que sucedió con este Iniciado? Retornó al estado anterior al de la Iniciación.  Tiene razón el Orador, el arrepentimiento solo no es suficiente. Quien se ha separado de una Orden Iniciática debe VOLVER A ALCANZAR el estado místico de comunión con lo Invisible, que llamamos GRACIA. El arrepentimiento es puro sentimentalismo; una emoción negativa. Es sin embargo el primer paso en la dirección correcta que fue abandonada. Pero el segundo paso consiste en VOLVER A COMENZAR HUMILDEMENTE el camino abandonado. Cuando falta la humildad para volver, nace la soberbia que convierte a los antiguos discípulos en nuevos enemigos de la Orden.

2. –La Comunidad de la Luz – El párrafo describe magistralmente la unidad en la diversidad de las distintas Órdenes y Fraternidades que avanzan en conjunto hacia la Luz Mayor. “Todas en la misma dirección”, dice el escrito. También nos dice que existen “innumerables grupos”,  que “se ponían en camino al mismo tiempo“ estando  “en pos cada uno de su Jefe y de su Estrella” , “dispuestos a fundirse en una unidad mayor”. Esto representa la Obra Magna la COMUNIDAD DE LA LUZ, DE LA CUAL DERIVAN TODAS LAS ÓRDENES Y FRATERNIDADES a través de todas las Edades.  Cada Grupo “tiene su Jefe y su Estrella”. El JEFE es la cabeza visible de una Orden, pudiendo recibir diferentes títulos distintivos como el de Imperator, Gran Maestro, Gran Hierofante, Soberano Comendador y cualquier otro que fuese útil al particular trabajo visible al que se ha dedicado. La ESTRELLA es el EGREGOR INVISIBLE que anima a ese grupo en particular. Además de los GRUPOS también se manifiestan caminos INDIVIDUALES. Esto nos enseña que no existe discordia, no existe desarmonía, no existe real oposición entre los caminos INDIVIDUALES y los caminos GRUPALES. Ambos, el Sendero Individual y el Sendero Grupal son MODOS de acceder a Dios e igualmente válidos. Por ello Hermann Hesse ha escrito: “Más de uno caminaba aislado; yo mismo llegué a marchar solo cuando algún signo o llamado me atraía hacia una vía solitaria.”