Pensamiento del jueves 20 de noviembre de 2014.
"Cuando se acerca la vejez, es natural que echemos un vistazo a lo que hemos dejado atrás, y es ahí cuando, para muchas personas, empieza el periodo de las lamentaciones. Sienten que han pasado demasiado tiempo en futilidades, pero que aunque traten de tomar otra orientación dando más importancia a la vida interior, ya es demasiado tarde y nunca van a poder recuperar el tiempo perdido. Evidentemente, cuando llega la vejez, ya es un poco tarde para cambiar completamente de vida, pero no es demasiado tarde, nunca es demasiado tarde para empezar algo constructivo. Lo peor que les podría pasar a estas personas sería que se pasaran el tiempo que les queda de vida lamentándose. Es comprensible que se lamenten, pero pueden hacer algo mejor que lamentarse. Pueden recordar todos los acontecimientos de su existencia para extraer lecciones de ellos. Una vez extraídas estas lecciones, que pongan en práctica todo lo que les quede de amor, de inteligencia, de voluntad, para dar a su vida este sentido que aún no habían sabido encontrar. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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