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Medicina y Salud: ESQUIZOFRENIA
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Siondra  (Mensaje original) Enviado: 03/12/2009 12:24
De: Alias de MSNderrepenteyo  (Mensaje original) Enviado: 06/08/2006 21:39
 

Examen del estado mental:

En donde se trata de establecer el grado de psicopatología que se presenta en el momento de la entrevista. Notamos los siguientes: muestran poco interés por la entrevista y a veces se oponen rotundamente a ella, lucen distraídos, con la mirada vaga o a veces evitan el contacto visual con el entrevistador, descuidados de su aspecto personal, gesticulando o riéndose sin motivo, hablando por señas, pueden mostrar una conducta muy suspicaz, pueden estar agitados e inquietos, mutistas o inmóviles.

Su relato puede no ser confiable porque se detectan incongruencias que ameritan ser aclaradas por algún familiar o amigo. En el curso de pensamiento pueden encontrarse las clásicas disgregaciones que son el resultado de incoherencias en las ideas, llegando hasta la ensalada de palabras (lenguaje cantinflezco).

Pude existir el robo del pensamiento en donde sienten que se quedan sin ideas porque alguien se las robó.

En el contenido del pensamiento se encuentran las ideas delirantes, que pueden ser de tipo paranoide, místico, religioso, de grandeza, de influencia extraña, de despersonalización o de desrealización. En las percepciones, pueden existir alucinaciones auditivas (principalmente), visuales, táctiles, cinestésicas (sienten que su cuerpo se mueve involuntariamente o que flota en el espacio), cenestésicas o propioceptivas (las manos se le hicieron muy grandes, la cara se le deformó, es mitad humano y mitad animal) o de desintegración cósmica, en donde su cuerpo flota desmembrado en el espacio.

La orientación en las tres esferas generalmente se mantiene. La memoria es buena, La capacidad de abstracción (análisis de proverbios) es mala. La información general es buena y de acuerdo a su nivel educativo. Hay pobre capacidad de juicio crítico hacia la realidad. Generalmente no hay consciencia de enfermedad (insight) o existe en forma parcial ya que se cree enfermo de algo físico.

Examen físico:

Es poco relevante. Generalmente se aprecian alteraciones secundarias a hiperactividad del sistema simático como taquicardia, hipertensión arterial, pupilas dilatadas, palidez generalizada. Pueden existir alteraciones motoras propias del catatónico o gesticulaciones propias del hebefrénico.

Examen neurológico:

No se van a encontrar alteraciones groseras en este sentido pero si se deben buscar los llamados signos neurológicos suaves (que no tienen una ubicación topográfica específica en el cerebro) y que son los siguientes:

Presencia de movimientos en espejo:

Consisten en que cuando uno ordena a un paciente que mueva una extremidad, una mano, un dedo o un pie, se produce un movimiento opuesto en la misma parte del lado contralateral del cuerpo.

Dificultad para decir trabalenguas:

Que se explora diciéndole al paciente que repita dos trabalenguas usados con frecuencia.

Confusión derecha-izquierda:

El examinador, con sus manos cruzadas en el tórax le indica al paciente que con su mano izquierda toque la mano izquierda del explorador. Si hay dificultad para lograr esto, se considera que está presente este fenómeno.

Movimientos musculares anormales en reposo:

Se le pide al paciente que junte sus pies, mantenga la cabeza erguida, con los ojos cerrados, las extremidades superiores a la altura de los hombros y los dedos de ambas manos abiertos durante un minuto. Si aparecen movimientos coreicos en las extremidades superiores, cabeza, cuello o tronco, se consideran signos positivos.

Dificultad para oponer los dedos:

De una mano al pulgar correspondiente.

Dificultad en la pronación-supinación alterna repetititva:

Se le pide al paciente que golpee varias veces la palma de su mano derecha con la palma de la mano izquierda y que luego le de vuelta a la mano izquierda y golpee con el dorso de esa mano, la palma de la mano derecha varias veces. Luego se hace lo mismo sobre la palma de la mano izquierda.

Dificultad para realizar movimientos repetitivos:

Con los pies en forma de golpear el piso repetitivamente con la punta de los pies tanto el izquierdo, como el derecho, como ambos simultáneamente.

Debe incluirse dentro de los aspectos clínicos lo que Schneider ha denominado síntomas de primero y segundo orden. Este autor considera que los síntomas de primer orden se encuentran los siguientes: oír los propios pensamientos en voz alta, alucinaciones auditivas que comentan sobre el comportamiento del individuo, alucinaciones somática, sentir los pensamientos controlados desde el exterior, percepciones delirantes e ideas de control externo sobre algunos sentimientos, impulsos y actos volitivos. Los de segundo orden son: otros tipos de alucinaciones, perplejidad, trastornos depresivos o eufóricos del afecto y embotamiento afectivo.

También debe mencionarse los síntomas negativos y positivos. Por síntomas negativos se entienden aquellos que se originan en una ausencia de elementos normales en el funcionamiento cerebral y se incluyen los siguientes: aplanamiento afectivo, alogia (pobreza en el lenguaje y en el contenido del pensamiento), apatía (falta de energía para hacer cosas), anhedonia (falta de capacidad para sentir placer por algo o alguien), asociabilidad (ausencia de relaciones interpersonales) o dificultad en la atención (distraibilidad). Los síntomas positivos surgen de un mal funcionamiento del cerebro que conduce a la aparición de elementos extraños (que no se presentan normalmente) en el pensamiento y son: alucinaciones, ideas delirantes, comportamiento bizarro y trastorno formal del pensamiento.

Evolución

Hace veinte años, se consideraba que cuando aparecía un episodio esquizofrénico en la vida de una persona, significaba que debía tomar medicamentos por el resto de su vida y que se iba a deteriorar progresivamente. Estos criterios han cambiado en la actualidad debido al auge que a tenido la teoría del exceso de acción dopaminérgica a nivel del sistema nervioso central como causante del cuadro psicótico y que implica que esta excesiva actividad es fluctuante (episódica) regresando a su nivel de funcionamiento habitual, una vez que pasa la crisis. Todavía se desconoce cuales son los factores que inician este cambio bioquímico pero se conocen factores que lo agravan y los que lo disminuyen.

Sin embargo, cuando existen otras alteraciones anatómica o múltiples factores adversos en el ambiente la evolución tiende a complicarse.

Desde el punto de vista de los subtipos de esquizofrenia, se considera que el hebefrénico y el simple son los que tienen peor pronóstico. En cambio los paranoides, los catatónicos y el episodio esquizofrénico agudo tienen un buen pronóstico.

En cuanto al inicio de la enfermedad, se considera que los que tiene un inicio súbito tienen mejor pronóstico que los que presentan un inicio lento y progresivo.

Entre más temprano en la vida se presenten síntomas psicóticos más malo es el pronóstico. Además, cuando han seguido un curso episódico, estos tienden a espaciarse o a desaparecer después de los 40 años de edad.

La presencia de factores desencadenantes o precipitantes hablan de mejor pronóstico que cuando no existen.

Una historia de buen ajuste previo a la enfermedad, en áreas importantes como el funcionamiento social, sexual, laboral y familiar hablan a favor de buena evolución.

El pertenecer a una familia bien conformada, con buenos patrones de comunicación y ayuda mutua que le brinden apoyo al paciente favorece un buen futuro.

En estudios de seguimiento prolongado de algunos casos se ha encontrado que un 11% de los pacientes deben permanecer hospitalizados en forma continua, un 33% presentan síntomas residuales importantes pero son capaces de vivir en su comunidad y un 56% levan una vida normal aunque ocasionalmente tienen que tomar medicamentos antipsicóticos.

Tratamiento

El tratamiento de la esquizofrenia debe hacerse simultaneamente en los tres niveles de prevención que se han establecido para todas las enfermedades y que consiste en: a) eliminar los síntomas una vez que se han presentado d) prevenir la aparición de nuevas crisis y c) rehabilitar al paciente para favorecer un mejor funcionamiento global. Para evaluar los resultados de un tratamiento se deben observar los siguientes parámetros: mejoría de los síntomas, aumento del rendimiento laboral, aumento del funcionamiento social, frecuencia de rehospitalizaciones, duración de los internamientos y disminución de la dependencia a otras personas para poder funcionar.



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De: Siondra Enviado: 03/12/2009 12:25
De: Alias de MSNderrepenteyo Enviado: 06/08/2006 21:35

¿Qué es la Esquizofrenia?

La esquizofrenia es una psicosis severa y debilitante que provoca en el enfermo la pérdida de contacto con la realidad, lo que origina problemas a la hora de distinguir entre lo real y lo fantástico y dificulta el pensamiento lógico, el dominio de las emociones y la capacidad para relacionarse con los demás.

Las personas con esquizofrenia separan sus sentimientos de sus pensamientos, encontrándose con la dificultad de no poder integrarlos. Facultades como la memoria inmediata, la voluntad, la iniciativa y el poder de concentración quedan seriamente dañadas, lo que provoca la ruptura del rol social del afectado y de sus relaciones personales.

Síntomas de la Esquizofrenia

La esquizofrenia presenta muchos y variados síntomas. Sin embargo, ninguno es específico de ella ya que pueden encontrarse también en otras enfermedades mentales. Por este motivo, en ocasiones resulta difícil diagnosticar la enfermedad.

Habitualmente los síntomas se dividen en dos grandes grupos: síntomas positivos y síntomas negativos aunque esta calificación no tiene nada que ver con el hecho de que sean "buenos" o "malos".

Síntomas positivos: Consisten en aquellas cosas que el paciente hace o experimenta y que las personas sanas no suelen presentar, como los delirios, las alucinaciones y las conductas extravagantes.

En las fases agudas de la enfermedad, la excitación de los sentidos provoca trastornos en el cerebro, por lo que el paciente ve, oye, huele o siente cosas que no existen.

Síntomas negativos: Consisten en aquellas cosas que el paciente deja de hacer y que los individuos sanos suelen realizar cotidianamente como pensar con fluidez y con lógica, experimentar sentimientos hacia las personas y las cosas o tener voluntar para emprender tareas cotidianas.

Las personas con esquizofrenia suelen presentar embotamiento afectivo, pérdida de vitalidad, retraimiento social, pérdida de vitalidad o pobreza de pensamiento.

Causas y evolución de la enfermedad

Si bien se desconocen las causas intrínsecas de la esquizofrenia, parece que la interacción de diferentes factores genéticos, complicaciones en el embarazo y el parto, que pueden afectar al desarrollo del cerebro y tensiones biológicas y sociales, influyen en el desarrollo de la enfermedad.

Sin embargo, existen creencias erróneas generalizadas sobre posibles causas de la esquizofrenia que contribuyen al estigma de la enfermedad y que, por tanto, merece la pena desterrar:

La drogadicción no causa esquizofrenia
Sin embargo, el consumo de estas sustancias empeora la evolución de la enfermedad y es posible que la drogadicción precipite el inicio de la esquizofrenia de aquellas personas que de cualquier manera hubiesen desarrollado la enfermedad.
Los padres no son culpables de la enfermedad
No se han encontrado evidencias que demuestren que el entorno familiar o un mal cuidado de los padres origina la esquizofrenia de sus hijos.

 

La esquizofrenia suele aparecer en la adolescencia y evoluciona de manera muy diversa en el curso de una o dos décadas. El primer brote esquizofrénico suele presentarse en tres de cada cuatro casos entre los 17 y los 30 años en el caso de los hombres y entre los 20 y los 40 años en el de las mujeres, afectando con la misma frecuencia a ambos sexos y con independencia de cuál sea su país o cultura.

Estudios con técnicas de neuroimagen han puesto de manifiesto que no se trata de una enfermedad provocada por alteraciones progresivas. De hecho, al cabo de muchos años, la enfermedad tiende a estabilizarse por lo que el pronóstico no es, ni mucho menos, tan nefasto como se pensaba hace unas décadas.

En general se puede decir que cuanto más tardío y brusco es el inicio de la enfermedad y cuanto más normal es el carácter previo del paciente, mejor pronóstico tendrá la enfermedad, mientras que por el contrario, cuanto más temprano y lento sea y más retraída y rara sea su forma de ser, peor será el pronóstico.

Tratamiento de la esquizofrenia

Las perspectivas de las personas con esquizofrenia han mejorado notablemente gracias al desarrollo de nuevos medicamentos, denominados antipsicóticos de segunda generación. El tratamiento mejora el pronóstico a largo plazo, por lo que muchas personas se recuperan de la esquizofrenia si reciben un tratamiento eficaz y adecuado al comienzo del trastorno.

Los antipsicóticos de segunda generación actúan con rapidez sobre un mayor número de síntomas que los antipsicóticos tradicionales y reducen notablemente los llamados efectos extrapiramidales con niveles mejorados de eficacia y seguridad.

Casi el 80% de los pacientes con esquizofrenia sufre recaídas en los primeros 5 años de tratamiento, motivadas en gran parte por el abandono de la medicación. Estas personas no tienen conciencia de su enfermedad, por lo que el incumplimiento terapéutico es un problema añadido. Los nuevos antipsicóticos atípicos son mejor tolerados por el paciente, lo que disminuye el riesgo de abandono, previene recaídas y ayuda a reducir costes sanitarios.

El estigma y la discriminación debidos a la esquizofrenia

El público general e, incluso, los profesionales sanitarios tiene una imagen estereotipada de las personas con esquizofrenia, basada en conceptos erróneos cómo "nadie se recupera de la esquizofrenia" o "las personas con esquizofrenia contagian a otras su locura".

El término "estigma" o "estigmatización" asociado a la esquizofrenia implica que, a menudo, se asocian a las personas que sufren la enfermedad características o comportamientos que despiertan prejuicios contra ellas, actitudes negativas aunque no se conozca a la persona o no se haya comprobado si estas características o comportamientos son reales.

La consecuencia última del estigma de la esquizofrenia es la discriminación social no sólo de quienes padecen la enfermedad sino también de su entorno más cercano (familiares y amigos), así como a los profesionales sanitarios que ayudan a estos enfermos.

El sentimiento de vergüenza que provoca el estigma dificulta además el diagnóstico precoz y el tratamiento continuado.

Mitos y realidades acerca de la esquizofrenia

Las personas con esquizofrenia pueden ser empleadas
Muchas personas, especialmente las familias y los propios pacientes, creen que la esquizofrenia incapacita a los enfermos para el trabajo. Sin embargo, las personas con esquizofrenia pueden trabajar dentro y fuera de casa, incluso aunque tengan síntomas. El trabajo ayuda a las personas con esquizofrenia a recuperarse porque aumenta la autoestima, establece nuevas relaciones e interacciones sociales e integra al enfermo en la sociedad. El empleo más adecuado es aquel que no produzca estrés.
Las personas con esquizofrenia pueden casarse
La mayor parte de los familiares de las personas con esquizofrenia piensa que estos pacientes no pueden casarse ni tener relaciones de noviazgo. Sin embargo, los médicos no observan ningún obstáculo para que los enfermos de esquizofrenia puedan tener este tipo de relaciones sociales y afectivas.
Las personas con esquizofrenia pueden tener hijos
Existe la creencia generalizada entre quienes padecen la enfermedad y sus familiares más allegados de que las personas con esquizofrenia no pueden tener hijos. Al contrario de lo que sucedía con los antipsicóticos tradicionales, los nuevos tratamientos no inhiben la función sexual del paciente.

 

Los medios de comunicación y el estigma de la esquizofrenia

Una cobertura mediática rigurosa y objetiva es una de las mejores herramientas para combatir el estigma de la esquizofrenia ya que, para la mayoría de la sociedad, los medios de comunicación son la principal fuente de información acerca de temas relacionados con la salud.

Cuando mejora el conocimiento de la esquizofrenia, sus síntomas y los tratamientos disponibles, disminuye el estigma. Además, este tipo de informaciones contribuyen enormemente al diagnóstico temprano de la enfermedad, ya que quienes están preocupados por estar experimentando los primeros síntomas -u observándolos en alguien cercano- conocen a través de los medios que existen tratamientos y cómo los profesionales de la salud mental pueden ayudarles.

Sin embargo, los medios también pueden perpetuar al estigma. Del mismo modo que es posible combatir los estereotipos a través de los medios, también es posible reforzarlos mediante el uso incorrecto del lenguaje o la transmisión de conceptos erróneos.

Algunos errores fáciles de subsanar

Calificar a un enfermo de esquizofrenia como "loco" o definir la esquizofrenia como "locura"
Por el contrario, los conceptos de "enfermedad mental" y "enfermo/a mental" ayudan a comprender que existen tratamientos para la esquizofrenia y a erradicar el mito de que los enfermos de esquizofrenia son discapacitados psíquicos.
El uso de expresiones como "un esquizofrénico" o "una chica esquizofrénica"
Las personas con esquizofrenia son, simplemente, personas con esquizofrenia. Su enfermedad no debería ser el único calificativo que las describa. El efecto es similar a si decimos "un tuberculoso".
Asociar la esquizofrenia a comportamientos violentos
La gran mayoría de las personas con una enfermedad mental no cometen nunca actos violentos y, en general, no son más peligrosas que los individuos sanos de la misma población.

La mayoría de las infracciones cometidas por personas que padecen esquizofrenia son delitos menores contra la propiedad, relacionadas con la supervivencia. En realidad, son más propensas a ser víctimas que autores del abuso o la violencia, como todavía creen muchas personas.
Identificar a las personas con esquizofrenia como discapacitados psíquicos
La esquizofrenia es muy distinta al retraso mental, que se identifica generalmente al principio de la niñez. La esquizofrenia, sin embargo, empieza en la adolescencia o al principio de la edad adulta.
Utilizar el adjetivo "esquizofrénico" para describir cosas o situaciones
Expresiones como "los presupuestos de este año son esquizofrénicos" trivializan la enfermedad y le otorgan connotaciones peyorativas, ya que la asocian con aspectos como el desequilibrio extremo o la inestabilidad.


 
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