Originalmente el concepto de
Agorafobia hacía referencia al miedo intenso a los espacios abiertos (del Griego,
Agora: Plaza Pública donde los antiguos griegos se reunían a dialogar y a debatir). En la actualidad este término incluye además la presencia de alguno de los siguientes síntomas:
- Miedo a salir solo/a del hogar o a alejarse del mismo.
- Miedo a situaciones o lugares en donde escapar pueda resultar dificultoso o avergonzante. Por ejemplo un estadio de fútbol o un cine repleto donde la salida se encuentre obstruida o exista dificultad para "huir" en forma inmediata.
- Miedo a lugares o situaciones que, en el caso de padecer una , no pueda disponerse de ayuda inmediata
- Miedo a viajar en tren, aviones, automóviles o autobuses. En este caso el temor suele ser proporcional a la distancia que se encuentra del hogar o del lugar donde la persona se sienta segura. Cuanto más lejos del "hogar" más miedo o angustia.
- Miedo a cruzar la calle.
- Miedo a encontrarse en medio de multitudes o embotellamientos de tránsito en donde la vuelta a un lugar "seguro" (generalmente el hogar) sea dificultosa de realizar en forma inmediata.
Las situaciones que provocan agorafobia tienden a evitarse (por ejemplo: viajar o estar solo/a fuera de casa) o en el caso de realizarse provocan un gran malestar (angustia, ansiedad o miedo) y se hace indispensable la presencia de un ser conocido que brinde seguridad para soportarlas.
Este trastorno, en grado severo, es sumamente incapacitante y dificulta el normal desempeño de las tareas habituales ya sean laborales, familiares o sociales. Por ejemplo: incapacidad para asistir al trabajo o realizarlo con gran esfuerzo acompañado/a por una persona que dé seguridad. En las mujeres es frecuente que no puedan ir a realizar las compras diarias sin la compañía de alguien. En las formas muy severas de Agorafobia suele haber una incapacidad absoluta de salir del hogar e incluso de permanecer en el mismo sin el acompañamiento de seres queridos que le brinden seguridad.
Es importante recalcar que aproximadamente el 90% de los pacientes que sufren de Agorafobia sufren también, de Se cree que esto es debido a que el pánico es el desencadenante de la agorafobia en la mayor parte de los casos, ya que lo que se experimenta es un gran temor a padecer una Crisis de Pánico fuera de casa, sin compañía o en un lugar o situación en la cual el acceso a "ayuda" esté dificultado o bloqueado. El concepto de "ayuda" es muy variado pero en general hace referencia a volver al hogar, al automóvil o encontrarse con personas con las cuales se sienten protegidas y seguras.
Síntomas dependientes de la cultura y el sexo
Algunos grupos culturales o étnicos restringen la participación de la mujer en la vida pública, lo cual debe diferenciarse de la propia Agorafobia. Por otra parte, el trastorno es mucho más frecuente en mujeres que en varones.
Prevalencia
En los centros asistenciales la mayoría (más del 95%) de los individuos que acuden por Agorafobia presentan igualmente un diagnóstico (o historia) de Trastorno de Pánico. En cambio, la prevalencia de la Agorafobia sin historia de Trastorno de Pánico es superior a la del Trastorno de Pánico con Agorafobia. No obstante, debido a la dificultad de una correcta valoración clínica es probable que las cifras de los estudios epidemiológicos estén sobredimensionadas.
Curso
Se sabe poco sobre el curso de la Agorafobia sin historia de Trastorno de Pánico. Hay algunas pruebas anecdóticas que sugieren que algunos casos persisten durante años y determinan con el tiempo un deterioro considerable.