- Aromas y salud.
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- Está comprobado científicamente que las fragancias tienen efectos sobre las personas que las usan… Hasta se dice que ayudan a mejorar la memoria, superar miedos y hoy algunos llegan a aseverar que ciertos olores controlan el apetito voraz y son entonces aliados para bajar de peso… Ya es común el conocimiento sobre lo que se da a llamar la aromaterapia, que no es nada nuevo, que tiene siglos y que desde siempre el hombre ha utilizado probando que los aromas tienen efectos positivos y negativos en los seres humanos.
- Por eso se impone que todos conozcamos estos conocimientos y recursos y los apliquemos en nuestra vida cotidiana. También que seamos comedidos al utilizar ciertas esencias y ciertos perfumes… Los aromas nunca deben de usarse en exceso porque provocan desde vómitos hasta convulsiones.
- Y no son los aromas de esos bellos y deseados frascos, no son también los aromas de nuestra niñez, de la cocina familiar, del colegio, de la vieja casa de veraneo, del primer noviecito o noviecita… En fin son los aromas que viven en nuestra memoria olfativa, la memoria más fuerte y más contundente del ser humano…
- Así familiaricémonos con esa expresión: Aromaterapia que como vemos, está compuesta de “aroma” que significa “fragancia” y “terapia” que denota “sanación”. Esta voz implica entonces el “uso de aromas como herramienta terapéutica” y recordemos que el uso de aceites esenciales para tratar enfermedades es algo tan viejo como el ser humano.
Tengamos bien presente que en medicina alternativa la Aromaterapia es el uso terapéutico de aceites esenciales extraídos de las plantas, aceites que proporcionan a las plantas su fragancia, y sus efectos curativos sobre el cuerpo y la mente y que desde épocas remotas muchas culturas conocieron y utilizaron.
- No olvidemos que esos aceites esenciales son químicamente complejos -un aceite puede contener entre 50 y 500 sustancias químicas diferentes- poseyendo un gran número de propiedades medicinales. Que esos aceites y esas esencias pueden dilatar o constreñir los vasos sanguíneos, servir como sedantes o estimulantes, y actuar sobre las glándulas suprarrenales, los ovarios, la tiroides o en el proceso de digestión.
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Estemos al tanto de que el término aromaterapia fue usado por el químico francés, Maurice Gattefosse en 1928, descubridor de las propiedades curativas del aceite esencial de lavanda. Que Maurice Gattefosse al sufrir un peligroso accidente en su laboratorio, utilizó aceite esencial de lavanda y éste le alivió el dolor y sanó su quemadura. Investigó más y descubrió así la importancia de los aceites esenciales para la buena circulación sanguínea y linfática y el modo en que influyen sobre el metabolismo.
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- Tomemos en cuenta que esa frase popular y sencilla que nos dice que los bebés reconocen a su madre por el olor indica la gran importancia del olfato en la vida de las personas que desde la edad niña aprenden a distinguir los diversos aromas y los clasifica como olores buenos y olores malos. Luego. Con el paso del tiempo y en situaciones de debilidad física, o hasta de enfermedad, es posible a través del olfato procurarse la curación, utilizando las esencias aromáticas o los aceites esenciales, que contienen substancias altamente benéficas para el tratamiento de diversas afecciones.
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- Por todo, demos gran valor a esta terapia que además brinda un goce sensorial por simples y sencillas que sean las esencias y aromas… Disfrutemos de las exóticas y costosas y de esas tan sencillas como el anís verde, la manzanilla, el espliego, el agua de rosas, la albahaca y tantas más que se hace largo nombrar.
- Recordemos que con el uso de ciertos aromas los niveles de energía aumentan y podemos ser capaces de trabajar más duro, que rendiremos más no sólo en el trabajo, también en las actividades domésticas, deportivas y recreativas.
- Un secretillo: La menta y la hierba buena –demostrado ya por estudios muy serios- ayudan a que seamos capaces de trabajar mas duro como lo ha publicado ya la Fundación Para La Investigación Del Olfato, institución norteamericana, Según dichos estudios las personas que durante los experimentos olieron menta se sintieron menos fatigados y con una actitud mas positiva que el grupo que no la olfateo.