HECHA LA LEY, HECHA LA TRAMPA
Este refrán procede del libro Secreto Tibet de Fosco Moraini, en el que nos cuenta cómo una comunidad de monjes japoneses tenían una regla que sólo les permitía comer carne de animal marino. Entonces, listillos ellos, decidieron llamar al jabalí "ballena silvestre" y desde ese momento se comían al puerco sin ningún escrúpulo.