- Indican que por el momento es totalmente seguro consumir productos pesqueros de origen del Golfo de México
- La zona de restricción está localizada frente a las costas de Louisiana y parte de Florida”
El Financiero en línea
México, 5 de junio .- Hasta el momento no existen motivos de alarma para el ecosistema ni para las actividades turísticas o pesqueras en la parte mexicana del Golfo de México por el derrame de hidrocarburo, señaló el experto del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, Adolfo Gracia Gasca.
El especialista del Departamento de Ecología y Recursos Naturales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dejó claro que es muy difícil que la mancha, producto del derrame de hidrocarburos en el Golfo de México llegue, como tal, a las costas mexicanas.
Señaló que “por el momento es totalmente seguro consumir productos pesqueros de origen del Golfo de México de la parte mexicana e incluso de Texas. La zona de restricción está localizada frente a las costas de Louisiana y parte de Florida”.
El derrame está en el norte de las costas de México, frente a las de Lousiana y por las corrientes que hay en esta temporada, es poco probable que llegue al país. Esta situación se mantendrá en los próximos dos o tres meses, hasta que empiece a haber algún cambio producto de la presencia de huracanes, refirió.
Aún cuando éstos lleguen, dijo, es probable que lo hagan para beneficio, pues no sólo pueden ayudar a diluir la mancha, dado su movimiento centrífugo, sino que incluso lo pueden aventar hacia el Atlántico. Ello, a menos que un huracán dé la vuelta y regrese, lo que sí puede ocurrir, aunque es poco probable.
Gracia Gasca indicó que dado que la mayor parte de los huracanes viajan hacia el norte, lo que harían es empujar los contaminantes hacia las costas de Louisiana, y probablemente Texas, dependiendo de la dirección que tenga, y tal vez La Florida.
Consideró que a largo plazo habrá un impacto, pero será menor, empero reconoció que ello es aún difícil de predecir, pues dependerá de cuánto tiempo fluya el derrame y de las corrientes.
El experto sostuvo que en los próximos meses se presentará el fenómeno de los “nortes”, aunque confió en que para entonces el problema esté resuelto.
Además, expuso, los hidrocarburos tienen que atravesar toda la parte oceánica, lo más profundo del Golfo de México, que son cerca de cuatro mil metros de profundidad. Es, pues, un camino largo en el que pueden coadyuvar los factores ambientales.
Gracia Gasca mencionó que cuando ocurre un derrame la parte más volátil se libera a la atmósfera con el sol y la acción de las corrientes y las partes más pesadas se quedan en el sedimento, donde existen bacterias que degradan al petróleo.
“Como el Golfo es una cuenca que se comunica, los contaminantes que vertimos al océano tarde o temprano llegan a distribuirse de una forma preferencial, según las corrientes; si bien hay posibilidad de que nos lleguen ciertos contaminantes, no van a ser detectados a simple vista”, comentó.
Asimismo, consideró muy preocupante tanto el derrame de hidrocarburos como el hecho de que no se haya controlado. Es un desastre para las costas de Estados Unidos.
Todo eso es un contaminante más que se agrega al ambiente marino y se añade a lo que hacemos de forma cotidiana. Todas las actividades finalmente van a dar al mar “y es una contaminación crónica que impacta a todo el ecosistema marino”, subrayó.
Todo se acumula Y es algo que se debe tomar en consideración para el futuro de los océanos en general, y no sólo para el Golfo de México, puntualizó. (Con información de Notimex/JOT)