"Nuestra mayor gloria no está en no haber caído nunca,
sino en levantarnos cada vez que caemos".
La semilla del bambú se siembra, se riega y se cuida por un año y no aparece nada. No hay señal de vida. Se riega y se cuida otro año y todavía no se ve el resultado. De esta manera van pasando los años. Durante el quinto año de pronto aparece el Bambú Chino y crece 30 metros en seis semanas. Sabemos que el Bambú Chino se prepara para un crecimiento impresionante. Durante los cinco años que no se ve nada, un sistema de raíces se está formando para sostener el crecimiento extraordinario del bambú. Nuestro éxito y confianza nos llega a través de las semillas que sembramos en nuestra mente. Regamos las semillas del éxito y confianza con nuestras acciones y hábitos de cada día. Cómo el Bambú Chino, si dejamos de regar nuestras semillas éstas se morirían antes de ver los resultados. El secreto que muchos anhelamos es la manera de ser perseverantes cuando estamos a punto de “tirar la toalla” y darnos por vencidos. No hay respuesta fácil ni fórmula mágica. Lo que si podemos hacer es concentrarnos en los resultados de cada paso que tomamos y ser atrevido en las acciones que emprendemos para lograr nuestro objetivo. En los momentos cuando más lo necesitamos podemos guiarnos por las palabras de los sabios: Toda tarea noble al principio es imposible.(Thomas Carlyle)