Es una planta perenne, leñosa y que alcanza portes casi arbustivos, de hasta 2 m. de altura. Presenta un follaje abundante, con hojas enteras, lanceoladas y ligeramente ásperas, agrupadas en número de tres o cuatro alrededor de nudos que surgen del tallo, algunas algo pecioladas y otras no. Las hojas despiden un agradable perfume que recuerda al limón.

Las flores son numerosas y muy pequeñas, de color violáceo y muy perfumadas, agrupadas en espigas ramificadas y largas. Florece en pleno verano, entre julio y agosto.

RECOLECCIÓN

Las partes útiles de esta planta son las hojas, que pueden recolectarse a lo largo de todo el año, gracias a su característica de perenne. Por ello, puede disfrutarse de las hojas frescas en cualquier momento, pero también pueden secarse y almacenarse en frascos bien herméticos y alejados de la humedad.

APLICACIONES Y PROPIEDADES

Esta planta ya era descrita en el siglo XVIII como adecuada para el sistema nervioso y eficaz en las indigestiones. Las hojas tienen propiedades antiespasmódicas, contra vértigos y migrañas, tónicas estomacales y carminativas. En infusión antes de comer tiene buenos resultados como aperitivo.

Las hojas poseen un olor fragante y se emplean en saquitos para perfume de las ropas de los armarios. A partir de ella se fabrica el aceite de verbena; se emplea en las industrias de perfumería y licorería. Su sabor, al igual que su perfume, es alimonado y agradable al paladar. Se toma siempre en infusión.