¡¡¡HAZLO JUGOSO...!!!
Mientras caminaba distraída por los pasillos de la tienda por departamentos, pasé por la sección de comestibles. Escogí un jugo (néctar de melocotón) al azar mientras hacía mis compras.
Al día siguiente en mi desayuno entre tanto me disfrutaba ese delicioso jugo y movía la tapa de la botella entre mis dedos vi la siguiente invitación:
'' Hagas lo que hagas hazlo jugoso ''.
Quedé un rato pensativa en dicho convite. ¡Qué clase de invitación tan sencilla, pero tan llena de entusiasmo!.
Era el saborearme todo aquello que fuera hacer. Cada detalle de mi vida. Cada singularidad del vivir.
Solo me imaginé en las simples tareas del día con un delicioso sabor jugoso en cada uno de los acompañantes momentos del existir. Sacudir la sequía de lo que me adoleció ayer y continuar el hoy con una sensación jugosa en mi vivir.
Saqué del archivo de mi pensamiento cuántos detalles jugosos había hecho recientemente para el deleite de mi vida y de los demás.
A la verdad que sentía el deseo de ser más jugosa, a pesar de los sinsabores y de los efectos '' chupa alegría '' de algunos momentos, personas y minucias del caminar por la vida.
Me di a la tarea de indagar en mis pensamientos cuántas cosas hago y si me las disfruto de veras. Por eso me di el gusto de mirarme por dentro y sacar los pormenores jugosos de mi vivir, y a tí te invito a que hagas lo mismo.
El hacer las cosas en forma jugosa es una invitación que anima al alma a satisfacer el gusto del permanecer con expresión de vida. Hacer las cosas, sea lo que sea en forma jugosa te da la satisfacción de sentir la alegría y la motivación para que todo te sea sustancioso.
El saludar tu mañana, el cantar bajo la ducha, el saludar a un amigo, contemplar la naturaleza, disfrutar a tu familia, hacer las paces con tu enemigo, o por lo menos intentarlo, mirar un atardecer frente a la playa.
¡Hazlo jugoso!
Criar tus hijos en el temor de Dios, cenar con viejas amistades, quedarte un día en casa descansando de los ruidos de la vida y de la oficina, dar unos pasos de baile con tu Ser.
¡Hazlo jugoso!
Escribir tus memorias y regalárselas al mundo, no ser tu propio juez y sí tu mejor amigo, sentarte un momento y observar a tu pareja, sin juicios y sí con ternura, llamar a tu viejo amigo y decirle un detalle jugoso, recordando tiempos buenos, abrazar a alguien y darle e ese tipo de bienvenida que a todos nos gusta.
¡Hazlo jugoso!
Aunque sea una simple caricia...a través de unas letras, levantándole el ánimo, cantándole su canción favorita, llevándole una flor, cerrando la poesía de las quejas y sí de la aceptación.
¡Hazlo jugoso!
Esa canción que escuchaste en la radio durante todo el día para que tu corazón conozca lo que es un ánimo jugoso.
Si te dedicas a vivir, a sonreír, a mirar la vida y decirle un piropo a ésta.
¡Hazlo jugoso!
Con la alegría de saber que fue tu vida un néctar lleno de entusiasmo.
Que tu vivir sea de provecho tanto para tí como para los demás.
El lema de esa marca de jugos ha tirado un reto a mi vivir.
Que lo que fuera hacer sea jugoso.
Es un estilo de vida sucoso.
Lleno de la pulpa de la fruta del vivir.
Caminar con la frente en alto mientras sea tu corazón el que tararea una canción de aceptación a tu vida, sin auto críticas destructivas, levantando la bandera de paz para tus sentimientos.
¡Hazlo jugoso!
Y que ese concierto llegue hasta tus pies para que marque la ruta del alborozo en tu existir.
¡Hazlo jugoso!
Hacerlo jugoso. Es como llevar un terrón de azúcar entre tus pensamientos para que al momento del día difícil y el día de tropiezo, del error y la calamidad, saques ese pedazo de azúcar desde las entretelas de tu mente y logres endulzar tu día con los entendimientos de la verdad.
De que fuíste creado por que Dios se lo propuso.
Que tu vida no es un cuento de hadas, sí una realidad donde hay días de sol y días llenos de nubes con lágrimas, de desafíos y de latidos que sanan y que revientan venas dentro de tus alegrías.
¡Hazlo jugoso!
¡Hagas lo que hagas hazlo jugoso!
Creer en tí cuando nadie más lo haga.
Confiar en Dios cuando todo lo demás falle y te quedes en soledad.
Saber que Dios diseñó un plan de vida perfecto para tí, dentro Sus planes, no de los tuyos.
¡Eso es hacerlo jugoso!
Ya sea compartir con tus amigos, o estar en el retiro del vivir, en tiempos inestables como los del presente, amar y sonreír, seducir tu propia vida con alegres pasiones.
¡Hazlo jugoso!
Sea el día laboral, o el de asueto, cuando tu jefe te haga la guerra, y los compañeros te den la espalda.
¡Hazlo jugoso!
Confesar tu pecado (hacerlo en confianza de que hay perdón), hablar con tu Padre Celestial creyendo que está siempre ahí, cerca de tí.
¡Hazlo jugoso!
Vivir y alabar a Dios, servir y cantarle al Rey de reyes y Señor de señores, porque es tu Dios y el que te abre los brazos incluso cuando fracasas.
¡Hazlo jugoso!
Que tus días tengan la manifestación del saborearte lo que llega, lo que hay y lo que te llena, y satisface.
Para que al momento del adiós haya júbilo por haberlo hecho jugoso.
Con un silbido apacible a tu ánimo de vivir,
melocotón de Dios.
Annie Ortiz Ríos,2001